Capítulo 13

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Avanzaba a paso lento por las calles de Alexandria con Negan a mi lado, mientras observaba como los salvadores saqueaban los hogares de las personas que vivían ahí.

-Esto no está bien Negan. Dijiste la mitad, se están llevando todo y hasta cosas que estoy segura que no se necesitan en el Santuario.

Negan se detuvo en seco ante mis palabras, se volteo a mirarme.

-Lo siento, creo que no escuche bien. Que putas dijiste?

-Ya me escuchaste, le conteste seca, -no sé qué puto problema de superioridad tendrás pero estas personas no tienen que pagar por ello.

Sentí la mirada sorprendida de Rick sobre mí, probablemente preguntándose cómo es que le hablo así y no tengo ni un solo rasguño.

-Negan por favor. Me acerque a él de manera lenta. No quería que les dejara sin nada y se tenía que rebajarme para lograrlo, mierda que lo iba a hacer, - por favor. Repetí mientras ponía mi mano sobre su hombro.

Soltó un bufido y cerró los ojos como analizando la situación.

-De acuerdo Salvadores escuchen! Grito, -No quiero que se vuelvan locos con las mierdas que nos llevamos si llego al Santuario y veo algo que es estúpidamente innecesario Lucille los va tener que poner en su lugar. Entendido?

-Si señor! Gritaron sus sirvientes.

-Contenta? Me dijo mientras quitaba mi mano de su hombro y la entrelazaba su mano con la mía. Baje la mirada hasta y ahí estaba, esa corriente eléctrica que me corría hasta el alma con el mínimo contacto suyo hacia mí.

-Gracias, de verdad. Le dije con una sonrisa sincera. –Una cosa más?

-Por la santa mierda, estas matándome mujer! Ahora qué?

-Carl. Quiero verlo. Le dije sin darle más vuelta al asunto.

-Cierto el chico tuerto. Dijo con aire de diversión. Lo mire mal y este soltó mi mano, -Puedes ir a buscarlo, pero te lo advierto, se acerco peligrosamente a mí, -Solo te quiero ver a hablar con él.

-Si si. Le dije mientras me daba media vuelta dispuesta a buscar al bicho.

Pase al lado de Rick y sin que Negan lo notara ya que estaba ocupado abriendo una hielera, le lance una mirada a Rick, como pidiéndole permiso para ver su hijo. Este asintió con la mirada baja.

Avanzaba hasta mi antigua casa, la que ahora era solo de la familia Grimes. Me quede en el porche unos minutos rebobinando los buenos recuerdos que había tenido en este lugar. Sin más subí las escaleras y toque la puerta, los salvadores aun no llegaban aquí, ya que la casa estaba al final de calle. Un Carl apuntándome directo a la cabeza era lo que menos me esperaba. Alce las manos en señal de rendición y este me miro entre sorprendido y arrepentido por lo que había hecho hace unos segundos.

-Grey? Dijo como si yo fuera una alucinación.

-Hola bicho, le dije llorando, ya que tenerlo al frente fue demasiado para mí. Sin más soltó el arma y se me abalanzo.

-Volviste, dijo en mi pecho, tratando de contener sus lágrimas.

-Ya te lo he dicho no te desharás tan fácil de mi eh.

-Viniste con él? Pregunto con el ceño fruncido.

-No tenia opción Carl, era venir con él o no venir nunca más.

Se separo de mí y me indico que ingresa a la casa. Estaba muy cambiada. Oscura y sombría, como si la vida se hubiera escapado de esta. Carl noto mi reacción;

-Desde que te fuiste papá no ha querido tocar nada. Apenas duerme y come, solo se la pasa afuera buscando cosas para ese maldito. Dice que prefiere eso para tener la mente ocupada.

Muerdo mi labio inferior con fuerza, ya que aquí vienen las lagrimas, otra vez.

-Dios Carl lo siento tanto. No sabes cuánto. Pensé que estaba haciendo lo correcto, pero ahora no lo sé. No sé qué hacer Carl. Le dije mientras caía lentamente hacia el suelo.

-Hey ssshhh. No es tu culpa. Todos y cada uno de nosotros es responsable de nuestros actos, si no fuera por ti quien sabe cuántas vidas mas hubiéramos perdido aquella noche Grey.

En medio de aquella patética escena un llanto resonó por toda la casa.

-Judith, fue lo único que logre susurrar.

-Puedes subir a verla mientras te llevo un vaso de agua, me ofreció Carl.

Y lo hice sin mas subí corriendo las escaleras hasta la habitación de Judith, nada había cambiado. Cuando llegue, la bolita estaba de pie en su cuna y tenía su pequeña naricita roja como un tomate de llorar. Sorprendentemente cuando me vio estiro sus bracitos a más no poder para que la cargara. No me había olvidado.

-Ven a aquí preciosa. La tome entre mis brazos y esta dejo de llorar mientras con sus manitas me examinaba toda la cara, -Dios no sabes cuánto te eche de menos, le dije mientras le daba un beso en su cabecita.

-Dios que susto! Alce mi mirada encontrándome con una asustada Olivia, -La escuche llorar pero al parecer te me adelantaste.

Le dedique una leve sonrisa, -Estamos bien.

-Debe tener hambre, me dijo y sin más le pase a Judith para que le diera su biberón.

Mientras Olivia alimentaba a Judith yo observara como los Salvadores seguían su "trabajo" cuando escuche un disparo.

-Rick no.. Susurre mientras salía corriendo de la habitación y bajaba las escaleras a una velocidad que no sabía que podía alcanzar.

The Savior GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora