The Savior Girl

Capítulo 3

Una vez dentro del gran camión negro que Simón conducía, iniciamos el viaje hacia el llamado Santuario. Los recuerdos de Terminus llegan a mi mente durante el viaje "Santuario para todos, aquellos que llegan sobreviven". Ese era su mensaje para esconder sus macabros planes, cuál sería la trampa en este lugar del cual Negan se auto llamaba "líder". Lo miro de reojo, ya que yo iba en el medio de Simón y Negan, con el bate de alambres en medio mío y de su dueño. Miro más detalladamente el bate, aun cubierto de sangre fresca y trozos de lo que alguna vez fue la cabeza de Abraham o Glenn.

-Oh no te preocupes cariño, ella no se quedara así. Negan interrumpe mis pensamientos cuando me atrapa viendo el bate. - En cuanto estemos en casa el gordo Joey la limpiara y quedara como nueva.

Me limito a alzar la cabeza y clavar mi mirada al frente. –Que ahora me aplicaras la ley del hielo? O es que eres mujer de pocas palabras? Aunque hace unas horas demostraste lo contrario. Continuo mirando al frente sin dirigirle la palabra ni la mirada, si no le sigo la corriente se callara. Y por suerte lo hizo, no sin antes acariciar mi rodilla y lanzarme una de esas sonrisas de satisfacción cuando consigue lo que quiere, y en este caso era a mí.

Con la vista al frente pienso en mi lider, en Rick, mi Rick. Y en como en cierta parte merecía su mirada de indiferencia ante la pregunta de Negan, si todo esto lo inicie yo al ofrecerme como objeto para buscar la paz. Mi mente me lleva a recuerdos del pasado.

**Flasback.**

Estábamos en la prisión, era mi turno de hacer las rondas por los alrededores de la prisión y verificar que las cercas no estuvieran comprometidas. Cuando lo vi, en el exterior, al otro lado de la cerca con un rifle. Estaba hablándole a alguien o en este caso al viento ya que esta complemente solo.

Hacia un par de semanas que Lori, la esposa de Rick había fallecido dando a luz a la pequeña patea traseros y desde entonces este tenía conversaciones con esta, tenían varios asuntos inconclusos.

-Hey sheriff! Te vas a rostizar más que el venado que cenamos anoche. Le dije mientras me acercaba hacia él a través de la cerca.

-Y.. yo.. Fue lo único que logro pronunciar sin voltear a verme.

-Vamos Rick debes entrar y beber algo, este sol no es saludable. Vamos.

De espaldas a mí, vi como inclinaba ligeramente su cabeza como asintiendo a algo que le hubieran dicho. Sin más se volteo hacia mí y se encamino hacia el espacio seguro de la prisión. Le abrí las puertas mientras le ofrecía una botella de agua.

-Bebe. Le ordene. Mientras este bebía el preciado líquido y yo cerraba la puerta aproveche mi oportunidad. –Rick, estamos a salvo, Carl y Judith van a estar bien. Lo que sea que sientas que debas arreglar hazlo, pero no te alejes de nosotros, por favor. No te alejes de mí. Le solté sin más.

Mientras daba el último trago sonrió hacia el lugar donde se encontraba hace solo unos minutos –Le agradas.

Seguí su mirada y sonriendo de sobre manera le dije: - Lo sé, es un don. Mientras me encogía de hombros y empujaba a Rick hacia el interior de la prisión.

**Fin Flasback.**

Un bache en la carretera me saco de mi trance, y parpadeando varias veces caí en cuenta de donde me encontraba. A la distancia pude divisar unas vallas enormes y una estructura de igual tamaño, tenía el aspecto de una fábrica. Una fabrica muy bien protegida e impenetrable.

-Hogar dulce hogar. Susurra Negan muy cerca de mi oído. No me aparte, ni parpadee. Solo contuve mi respiración hasta que este se removió en su asiento preparándose para la pronta llegada al Santuario.