Capítulo 39

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Luego de la cena, donde comemos más de lo que nuestros estómagos podían soportar, Rick asegura todas las entradas posibles mientras yo me dispongo a preparar una cama improvisada con un colchón viejo que había dentro del almacén. Después de dormir un par de horas me despierto y me asusto de ver a Rick sentado al borde la cama, con los codos apoyados en sus rodillas mientras sostiene su cabeza con frustración. Lo miro en silencio un par de minutos hasta que este se voltea a verme, y en un rápido reflejo cierro los ojos. "Si cierro los ojos no existo" pienso para mis adentros. Siento como con sus dedos retira unos mechones que cubrían parte de mi cara y suelta un suspiro. Le preocupo. Y no hace falta el contacto visual para saber que tiene miedo de donde podríamos acabar. Lo sé, porque yo también tengo miedo de perderlo. La noche que conocimos a los Salvadores, a Negan, mi vida no significaba nada en ese momento, el objetivo era mantener a Rick con vida, el es el líder, el es la luz al final de este túnel lleno de muerte. Con ese pensamiento me duermo sin siquiera darme cuenta..

Un rayo de luz se cola por el techo y me da directo en la cara. Tanteo el lado de la cama donde se supone esta Rick y abro los ojos de golpe a sentirla vacía. Me incorporo rápido mientras me visto, hasta que lo localizo con la mirada. Esta junto a la ventana viendo hacia la nada. Termino de vestirme, amarro mis botas, preparo de nuevo mi mochila y lista me acerco a hacía el. –Hoy es el día. Le digo cuando me hallo a su lado. Me abraza con cariño mientras nos encaminamos hacia la salida. Caminamos en silencio hasta donde están todos los caminantes que vimos el día anterior. Y nos escondemos detrás de una especie casetas, como las que se usaban para comprar los tiquetes para subir a los juegos.

-No todos están encerrados Rick, le digo. Haciendo alusión que la gran mayoría están detrás de una reja que le impide esparcirse por todo el campo.

-Lo veo, tendremos que encargarnos de los que están fuera, me explica mientras se oculta de nuevo atrás de caseta. –Tenemos que bloquear el espacio por donde están saliendo, así podremos manejar al resto despacio.

Asiento ante sus indicaciones mientras saco mi cuchillo de la funda.

-Siete, ocho, nueve. Cuenta los caminantes mientras hace sus cálculos, -Con ese auto puedo bloquear la entrada, me explica mientras me señala un auto viejo en medio del campo. –Yo me encargo de estos y tú del resto.

-Por qué no puedo bloquear yo la entrada y tú te encargas de los demás? Me están dejando solo nueve Rick.. Le digo con voz ofendida.

-Podrías dispararles pero eso atraería al resto, la idea es silenciosos Grey, con el cuchillo. Me explica con calma y con un tono burlón. –Puedes manejar nueve sin problema, me termina de decir mientras se quita su mochila y yo copio su acción.

-Si si, le digo con sarcasmo mientras comienzo a golpear el contenedor para llamar la atención de los caminantes, dejándole el paso libre a Rick para que llegue hasta al auto y ponga en marcha su plan. Al no ver que el auto se mueva me preocupo. –Rick qué demonios? Le grito.

-Está atascado! Me grita. Termino con cuatro caminantes y desvió mi vista hacia Rick y el auto, hay un caminante que atraviesa el parabrisas. Veo como Rick lucha por sacarlo de ahí por partes, primero un pie, luego parte de su torso y por último el pecho y cabeza.

– Eres increíble! Le grito mientras acabo con otros tres caminantes que se acercaban a mí. Al ver que el auto comienza moverse, corro hacia este y empujo desde atrás.

-Acabaste con tus nueve caminantes, yo puedo empujar, me reclama Rick al verme en la parte de atrás.

-Rick no es hora de jugar al macho alfa, empuja y asegúrate guiarlo en la dirección correcta! Le grito irritada. Dios! Hombres...

-Para! Para! Grey no tiene frenos! Escucho como Rick me grita y dejo de empujar. El auto no se detiene y se pasa del lugar que se supone que tenía que cubrir. Veo como se detiene y se comienza a rodear de caminantes, corro hacia este y salto dentro de la cajuela y la cierro de golpe. Lo voy a matar en cuanto salgamos de aquí.

-Grey.. Estas bien? Escucho su voz a través de los asientos.

-Sí y tú? Le pregunto.

-Si.. Oye creo que se nos fue la mano.. Me dice con tono de voz arrepentido.

-Ah no, tú crees! Le respondo con sarcasmo. –Ahora que sheriff? .. Rick? Repito al no escuchar respuesta.. Escucho como se rompe la tela de los asientos hasta ver la mano de Rick abriéndose paso.

-Me extrañaste? Me pregunta mientras rompe más haciendo espacio para que pueda salir.

-Dios como te odio, le digo mientras a cómo puedo me estrujo entre el hueco y salgo al frente.

-No, no lo haces, me dice mientras me cierra un ojo y abre la compuerta del techo del auto. Al estar ambos sobre el techo del mismo nos damos cuenta que estamos rodeados. –Dame la mano, me dice mientras observa una cerca y nos hace saltar al mismo tiempo. Los caminantes se amontonan al lado de la cerca con ansias de probar la cena que les acabamos de servir. –Despejaremos aquí! Me dice mientras saca su hacha y comienza a volar cabezas. Copio su accionar pero la cerca no va a resistir mucho.

-Rick va ceder! Le grito y en cuanto lo hago la cerca se cae, dejándole el paso libre a los caminantes hacia nosotros. Corremos en dirección hacia los juegos que están en la abandonada feria. –Tenemos que dividirlo, en un grupo pequeño las cercas aguantaran. Le digo.

-Tu ve a la resbaladilla y yo a la rueda de la fortuna, me indica, -O mejor nos vamos? Me reta.

-Te quieres ir? Enserio! Le grito furiosa.

-Naah, podemos lograrlo me dice mientras corre hacia la rueda de la fortuna y yo a mi posición.

-Se que lo haremos! Le grito. Salto la cerca y una vez segura amarro mi cabello en un moño. Mientras veo como Rick llega también a salvo a su juego. –Okay, vengan con mamá, les hablo a los caminantes mientras empiezo a travesar cráneos con mi cuchillo.

-Como vas! Escucho el grito de Rick del otro lado del campo.

-Ocho más! Le respondo. –y tú?

-Me faltan diez! Me responde.

-Engreído. Digo solo para mientras continuo en lo mío.

Termino con mis caminantes y alzo la vista buscando a Rick cuando lo veo arriba de la rueda de la fortuna!

-Que putas Rick? Bájate de ahí ahora mismo, le grito cual madre a sus hijos. Pero este parece no oírme. Lo sigo con la mirada hasta que se detiene y le apunta quien sabrá qué y mi corazón se detiene al ver como su pie se resbala y este cae justo donde está el grupo de caminantes aglomerado. –RICK! Mi grito de pánico expresa lo que siento al salir corriendo en su dirección.

-Dios no. No. El no por favor. Repito mientras corro en su dirección. Escucho como su arma se dispara en varias ocasiones hasta que esta deja de sonar por completo, agrandando el vació en mi pecho. 

–Rick! Grito de nuevo y llego hasta donde él estaba, y lo único que alcanzo a ver es su hacha intentando acabar con los caminantes que lo rodean, hasta que a causa de los mismos lo dejo de verlo por completo.

El vacio en mi pecho se agranda y siento como las piernas me ceden hasta caer de rodillas al suelo. Suelto mi cuchillo y solo me limito a observar como lo que antes era Rick pasa a ser nada.

Qué clase de retorcida broma es esta?

Porque me permitieron volver a su lado si todo esto iba a terminar así?

Mis sollozos llaman la atención de algunos caminantes que intentar acercarse a lo que era Rick, pero sin el qué sentido puede tener seguir en este mundo de mierda?

Veo como se acercan y por primera vez desde que todo empezó deseo morir. 

The Savior GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora