Capítulo 10

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Caminaba por los oscuros pasillos del Santuario hacia mi habitación con la tétrica compañía de Dwigth a sólo unos pasos atrás de los míos. El único consuelo que tenía era el poder ver a Carl y Judith mañana. Dios, como extrañaba a esos dos mocosos. Trataba de pensar solo en ellos, ya que el hecho de solo pensar en volver a ver Rick luego de dos semanas separados hacia que el estomago se me revolviera de la ansiedad.

Llegamos a la puerta de la que era mi habitación, tome el llavín dispuesta a entrar pero me devolví hacia Dwigth sin medir mis palabras soltándole de golpe;
-A quien miraste de más tu? Haciendo alusión obvia a la quemadura en su cara.
Tenía su mirada baja, pero al momento de alzarla y chocar con la mía solo se limito a decirme;

-No es de tu incumbencia niña. Y sin más se alejo por el mismo camino que veníamos perdiéndose entre la oscuridad.

-El tenía una esposa. Una voz familiar se acercaba por el lado contrario del pasillo.

-Tenia? Que le paso? Pregunte curiosa mientras Jo se acercaba a mí con su uniforme de limpieza y su trapeador.

Jo es una de las trabajadoras del Santuario, se encarga de este pasillo. De mantener aseadas las habitaciones y los pisos. Desde mi quinto día nos hicimos buenas conocidas, ya que amigas en estos tiempos no era muy conveniente, mientras ella limpiaba mi habitación y yo la trataba de ayudar, ya que cada vez que levantaba una basura ella me reclamaba que si Negan llegaba ver eso ella saldría perjudicada. En ese entonces creí que era solo exageración, pero después de hoy, puedo confirmar que era cierto.

-Llegaron un tiempo después de que el mundo se fuera a la mierda, pero no lograron acoplarse a las reglas por lo cual escaparon. Y no solo contentos con escaparse se robaron un puñado de medicinas para la hermana de su esposa. Negan les dio caza sin éxito hasta que ellos mismos regresaron por cuenta propia. Al parecer nos les fue tan bien ahí afuera.

Jo me hizo una seña para que entrara a la habitación y ella me siguió ingresando también. Dejando la puerta abierta se dispuso a barrer, aunque ya lo había hecho por la mañana, lo que me dio a entender que era para guardar las apariencias y que ella pudiera terminar su historia. Me dispuse a sentarme en el borde la cama mientras la veía con atención.

-Cuando regresaron, Negan iba a matarlos a ambos, pero la esposa, bueno la ex - esposa de Dwight se ofreció a ser una de sus esposas a cambio de la vida de él. Evidentemente funciono ya que aun sigue por aquí, solo que con ese pequeño gran recordatorio en su cara. Ahora Dwigth es uno de los hombres de más confianza que tiene Negan, y Sherry una de sus tantas esposas.

Me quede helada ante el ultimo nombre que Jo menciono. –Sherry, repetí sorprendida.

-La conoces?

-Sí, la primera noche aquí se apareció con una fruta. Fue muy amable, pero nunca se me ocurrió que fuera una de sus esposas. Le confesé con algo de tristeza en mi voz.

Escuchamos pasos en los pasillos, por lo que Jo continuo haciendo que barría debajo de la cama mientras yo solo estaba ahí sentada viéndome bonita.

-Es algo tarde para que aun continúes por aquí Jo, le dijo Negan en tono interrogante mientras se recostaba en el marco de la puerta.

Jo se arrodillo y respondió; -Señor ha sido un día muy ocupado y no quería dejar las labores a medias.

-Yo lo veo bastante limpio, puedes dejarme a solas con la adorable señorita que se encuentra en la cama.

Jo se puso de pie rápidamente y se salió de la habitación, cerrando la puerta a su paso.

-Y bien? Me dijo mientras se sentaba al borde la cama junto a mí.

-Y bien qué? Le dije mientras tenia la vista en el piso. –Vienes a decirme que no puedo ir mañana a Alexandria por mi comportamiento?

-Al contrario nena, vengo a decirte que nos vamos mañana a primera hora, a las 6:00am te quiero lista para irnos.

Levante mi vista de golpe. El tenía su mirada clavada en mí.

-Porque eres un bastardo con los demás, pero así conmigo? Le dije obvia ante la presente situación en la que estábamos.

No dijo nada. Se acerco lentamente a mi rostro, y una vez más puso su mano en mi mejilla. Estaba helada sin poder reaccionar. Mire sus labios y en ese momento se los relamió, provocando que yo tragara grueso. Con su pulgar acaricio mis labios mirándolos, con el ceño fruncido.

-No tengo la menor puta idea cariño. Me dijo soltando mi labio y levantándose de la cama. No fue hasta que abrió la puerta para retirarse que solté todo el aire que estaba conteniendo y no tenía idea. –Buenas noches. Fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta.

Me tire en la cama con el corazón latiendo a mil y no sabía si era por la emoción de ir a Alexandria mañana o por lo que casi estuvo a punto de suceder.





Ni yo sabía que iba a llegar hasta un capítulo 10, nuevamente muchas gracias por leer y ya saben la dinámica, solo que ahora ustedes son Andrew :') 


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The Savior GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora