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Hoy estaba de muy buen ánimo, el tío de Mingyu había abierto un gran campo de paintball y después de rogar un poco este nos dejaría jugar por una horas, sería mi primera vez en uno de esos juegos y ya quería estar ahí.
Escuché como sonaba un claxon y supe que ya habían llegado por mí. Bajé corriendo las escaleras, agarré mi maleta junto con las llaves y salí después de asegurar la puerta. Afuera me esperaban mis cuatro mejores amigos en el auto del mayor de ellos, Seungcheol, o como le decíamos; SCoups.
─¿Estás emocionada? ¡Porque yo estoy emocionado! ─declaró Hoshi ni bien me senté a su lado y el auto estuvo en marcha, reí al verlo moverse.
─¡Estoy muy emocionada! ─igualé su tono.
─Tú si me entiendes ─fingió llanto mientras pasaba un brazo sobre mis hombros para acercarme a él.
Coups, Mingyu, Hoshi, Jeonghan y yo nos conocemos desde niños por haber crecido en el mismo barrio. Mingyu y yo somos los menores, pero incluso yo era menor que él por semanas, debido a esto todos me tratan como un bebé o su hermana menor, según ellos por ser la más pequeña y necesitar de su protección. Patrañas, sólo les gusta decir que son más grandes.
De la nada el brazo de Hoshi había desaparecido de mis hombros y fue seguido por protestas de su parte cuando Jeonghan lo obligó a cambiar de puesto con él.
─¡Ah, hyung! ─se quejó más cuando lo empujó hacia la otra ventana.
Jeonghan llegó a mi lado y ahora fue su brazo el que se puso sobre mis hombros, volviéndome un manojo de nervios con aquel gesto tan simple y usual entre nosotros.
Él es a quien más tiempo conozco y luego se fueron añadiendo los chicos. Pero la diferencia con el ex-cabello largo es que desde hace mucho me di cuenta que sentía algo más que amistad, cosa que él, obviamente, no sabía ni iba a saber. Siempre me recordaba lo importante que era nuestra amistad para él y que no quería que se dañe por nada del mundo, así que un enamoramiento no entraba en esta ecuación.
─Hola, bonita ─dijo para luego dar un beso en mi mejilla.
Yo reí y le di uno también─. Hola, bonito.
Los demás se burlaron y Jeonghan me tiró una mala mirada que me hizo reir. El camino hacia el campo de juegos fue como siempre, lleno de quejas de Mingyu porque Coups no lo dejaba cambiar de emisora, Hoshi cantando todo, Jeonghan secundando a Mingyu sólo para molestar al mayor, Coups tratando de no chocar por el revuelo que armaban, yo riendo y tratando de no enloquecer.
Una vez que llegamos a nuestro destino Mingyu fue directo a donde se encontraba su tío para que nos dijera en dónde podríamos estar, mientras lo esperábamos Hoshi hacía como si disparara al aire y decía que al fin servirían todos esos videojuegos que jugaba con uno de sus amigos. Mingyu volvió y nos llevó directo hacia los vestidores donde podríamos agarrar todos los implementos necesarios para nuestra seguridad. Obviamente yo me cambié en otro lugar y cuando salí se rieron de mí porque algunas partes me quedaban un poco más grandes al no tener tallas más pequeñas.
