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❊ Jᴜɴ's POV ❊
El sonido constante de algo pitando es lo único que mis oídos escuchan, es realmente molesto, pero me faltaba fuerza para abrir los ojos y descubrir de qué se trata. Lentamente fui levantando los párpados, aunque al instante volví a cerrarlos, había demasiada luz. En mi segundo intento todo fue aclarándose y tomando sentido. Estoy en una habitación de hospital, la sábana blanca, paredes mitad celeste y blanco, el olor a medicina y un suero en mi brazo izquierdo.
La puerta abriéndose detuvo mi inspección del cuarto y al dirigir los ojos hacia ella pude ver como ingresaba una chica. No me vio, estaba muy concentrada llevando cuadernos en un brazo, un café en la otra mano e intentando cerrar la puerta despacio.
─Debería trabajar como malabarista en un circo ─murmuró, yo reí.
Al levantar la cabeza de las cosas se vio muy sorprendida y no entendí por qué.
─¡Has despertado! ─gritó, cerró la puerta olvidando toda delicadeza, lanzó los cuadernos al sofá que había a un lado y puso el café en la mesita que está junto a mí─ ¿Cómo te sientes? ¿Estás mareado? ¿Te duele algo? ─abrí mi boca para responder pero ella no me dejó─ Ay, que tonta, de seguro te duele todo el cuerpo, iré por el médico, no tardo.
Salió corriendo y poco después llegó un doctor con una enfermera, comenzaron a analizarme, hacerme preguntas y todas esas cosas que hacen los doctores, también me dieron medicamentos para el infernal dolor de cabeza que tengo.
─Disculpe... ─hablé en voz baja hacia la enfermera─, ¿quién era esa chica?
─¿Que chica?
─Una de pelo negro, por los hombros, tiene algunas pecas y no es muy alta. Entró cuando yo desperté.
Se vio un poco confundida al inicio, pero luego rió─. Ah~, ya se, ella fue la que vino contigo en la ambulancia. Estaba muy asustada, nos dio tus datos, pero ninguno de ella.
Ambos se fueron luego de más preguntas y recomendaciones. Esperé a que la chica volviera, pero no lo hizo, estuve solo por algunos minutos y cuando ya me iba a dormir la puerta se abrió de nuevo.
─¡Heeey! ─gritaron─ ¿Cómo está nuestro chino favorito? ─reí al ver como Minghao levantaba una ceja y miraba mal a Hoshi, a su lado DK se reía.
─Me siento muy bien, gracias ─respondí, ganándome una mala mirada del menor de todos.
Conversamos por varias horas ya que como los desocupados que son todos afirmaron que no tenían nada más que hacer que venir a visitar a su amigo el moribundo. En un momento Minghao preguntó por el café que había sobre la mesa y yo recordé a la chica, al final no supe quién era, cuando dejé de pensar en ella y tratar de recordarla con exactitud Hoshi ya se estaba tomando el contenido del envase.
