Hola a todos los que me leen~ Esta vez les traigo algo diferente a lo que usualmente publico en este libro. Es un tema que pese a haber leído bastante sobre él, es mi primera vez escribiéndolo y publicándolo.
Se trata del Omegaverse.
Tal vez muchos saben de qué trata y les gusta, tal vez a otros no. Si tu caso es el segundo te invito a saltarte el capítulo hasta que haya algo de tu agradoc:
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Parecía que su cerebro había dejado de funcionar, estaba desconectada de todo lo que se encontraba a su alrededor, solo concentrada en aquella desconocida sensación eléctrica que recorría desde sus pies hasta el último cabello en su cabeza, haciéndola sentir tan distinta y aturdida, pero a la vez enfocada en una sola cosa; aquellos ojos oscuros que también la miraban.
Una calidez profunda se instaló en su pecho a la vez que sentía alegría y alivio inexplicable recorrer su ser. Todo había pasado en un parpadeo, tan rápido que aún no procesaba qué estaba sucediendo.
Aquellos ojos que miraba con suma atención también hacían lo mismo, ambos parecían estar en trance y conectados de una forma tan fuerte que todas las demás personas que se encontraban en la cafetería ya estaban murmurando de aquello.
Pero su burbuja explotó cuando un castaño hizo aparición de la nada, tomó a la chica del brazo y la ayudó a levantarse. Ella parpadeó rápidamente y sostuvo su cabeza con la mano libre, se sentía mareada y extrañamente débil. El chico al frente de ella estaba en la misma condición, solo que entre todos los sentimientos también apareció la molestia al ver como alguien más la sujetaba.
Sabía el por qué, pero se negaba a aceptarlo.
Se puso de pie y salió de aquel lugar tan rápido como pudo con sus amigos siguiéndolo atrás. Mientras tanto la chica solo podía repetirse algo en su mente.
¿He encontrado a mi alfa?
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─¿Cómo sigues? ─fue lo primero que preguntó Taehyung cuando ella salió del baño de mujeres.
Chaeyoung sonrió y puso una mano sobre el cabello de su apuesto amigo alfa para luego despeinarlo. Pese a tener una aura imponente, la verdad es que era muy dulce, tanto que rayaba a tierno, algo extraño en su naturaleza.
─Estoy bien, no te preocupes.
El chico asintió, aunque estaba seguro que fue algo mas que un tropezón.
Cuando llegó a la cafetería pudo verlos, ella y el otro tipo parecían haber detenido el tiempo entre ellos, ambos estando en el piso no dejaban de verse a los ojos y se sentía un ambiente diferente en el lugar. Y él solo sabía de algo que podía causar un efecto así.