𝑺𝑬𝑽𝑬𝑵𝑻𝑬𝑬𝑵 𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔 ⸙

64» Iᴍᴀɢɪɴᴀ: Jᴇᴏɴɢʜᴀɴ

Pedido por acostaenciso 💕

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El invierno había llegado y con eso la nieve, algo que siempre te iba a emocionar, en especial el primer día, pues estaba perfecta para salir a jugar y divertirte como si fueras una niña de nuevo.

─¡Vamos, Hannie, apúrate! ─gritaste parada junto a la puerta principal del departamento.

Tu novio y tú se habían desocupado de sus obligaciones lo más rápido que pudieron para así salir y pasar juntos esta tarde.

─Ya voy, Yu ─dijo bajando las escaleras mientras se acomodaba uno de los tantos suéters que tenía encima─. Momentos como en estos me pregunto si salgo con una niña o una adulta.

Pese a que habló con diversión toda esta se fue al verte sólo con un suéter y un gorro, se quedó de pie al frente de ti mientras que negaba seriamente con la cabeza.

─Ni creas que saldrás sólo con eso ─aseguró y al segundo se estaba volviendo al cuarto.

─¡No es la gran cosa!

Para cuando regresó te encontró apoyada en la puerta con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

─Estamos perdiendo el tiempo ─murmuraste molesta, él amablemente te ignoró.

─Si no te pones todo esto, no sales ─aseguró con una sonrisa que aunque se veía linda sabías que era una amenaza. Te acercaste a él y comenzó a enrollarte una bufanda─. Muy bien, que linda, así no te enfermarás~

─No me trates como un perro, Yoon.

◑◐

Había un parque muy cerca, así que ahí fueron a parar, apenas pusiste un pie en el lugar corriste donde los otros niños, que ya te conocían, para jugar con ellos, dejando atrás al chico que te acompañaba. Jeonghan negó con la cabeza a la vez que sonreía.

Caminó hacia los pequeños, pero se sorprendió al ya no verte, fue hacia uno de ellos y se agachó a su altura.

─Hey, disculpa amiguito. ¿Y la chica qu-

Lastimosamente fue interrumpido cuando una bola de nieve le dio en toda la cabeza cubierta por un gorro de lana.

─¡Sí, diez puntos! ─escuchó tus gritos a su costado.

Jeonghan rió al igual que los infantes, pero sigilosamente hizo una bola que no tardó lanzar en tu dirección, dándote en la espalda ya que festejabas con otros niños de ahí.

Rápidamente se volvió una gran guerra de nieve, donde los principales contrincantes eran tú y el chico, corriendo por gran parte del parque.

─¡Vas a caer, rubio! ─gritaste mientras lanzabas nieve sin parar.

─¡No lo creo! ─respondió de la misma forma.

Entre tanto movimiento la guerra de ambos se detuvo y comenzó a ser más bien una carrera donde él te seguía por todas partes.

Cuando estuvo a pasos de ti corrió más rápido y gracias a un pequeño resbalón de tu parte, logró alcanzarte. Pasó sus brazos por tu cintura y te juntó con su cuerpo, pegando tu espalda a su pecho.

─Traquila, mujer, que te puedes lastimar ─susurró.

─Lo bueno es que tú estás conmigo, ¿no? ─diste vuelta y pasaste tus brazos por su cuello.

─Aja, llámame tu fiel protector ─dijo con orgullo.

─Bueno, fiel protector, te informo que tienes nieve en la cabeza.

Levantaste tu mano para sacudirlo y él tomó esa oportunidad para besarte rápidamente, un tierno piquito que hizo que ambos sonrían.

─¿Sólo eso? –preguntaste con falsa tristeza y haciendo un puchero, él rió.

Se acercó más, dispuesto a besarte de nuevo, cuando varias bolas de nieve golpearon sus cuerpos.

─¡Menos besos y más acción! ─gritó con burla uno de los niños.

Jeonghan y tú se dieron una rápida mirada y al segundo ya estaban jugando otra vez con el grupo de infantes.

Para ti, había sido de los mejores inviernos.

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