¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando MíngHào dijo que tenía algo importante que decir ninguno se imaginó nada parecido a lo que soltó.
─¿¡Tienes novia!? ─gritaron con asombro los doce miembros restantes.
El ahora castaño asintió un poco avergonzado, pronto los murmullos comenzaron a escucharse.
─No le dije a nadie porque prefería mantenerlo en secreto ─siguió hablando, haciendo que los demás se callen─ es algo muy personal, solo mi familia estaba enterada, por su seguridad, ya saben ─hizo ademanes con sus manos y ellos asintieron, entendiendo─. Pero ahora que han venido a mi hogar, creí que era momento de que lo sepan.
─¿Y la vamos a conocer? ─preguntó Mingyu.
─Sí, pronto ha de llegar, está en clases ahora ─respondió con una sonrisa.
Así todos comenzaron a crear expectativas sobre cómo sería la novia del chino y haciendo pequeñas apuestas a espaldas de él.
Por otro lado MíngHào se encontraba muy ansioso, le había pedido a su madre que llame a Mei diciéndole que quería pasar tiempo con ella, así que esta no estaba ni enterada de su presencia. El solo pensar en tenerla junto a él lo hacía sentir feliz y nervioso.
Pronto la señora Xú comenzó a servir el almuerzo con la ayuda de algunos miembros que utilizaban a Jun como traductor cuando esta hablaba. Pero cuando el timbre de la casa fue tocado, los trece chicos guardaron silencio y se quedaron estáticos.
La señora del hogar rió un poco y caminó hacia la puerta, apenas fue abierta se escuchó como alguien dejaba su bolso a un lado y luego hablaba.
─¡Lamento la tardanza, señora Xú! -exclamó con pena.
─Está bien, linda, recién estoy sirviendo.
─Entonces déjeme ayudarla, por favor.
Sus pasos no tardaron en escucharse y el castaño se puso aún más nervioso que antes.
Vio como el cuerpo de su novia pasó el marco entre el comedor y la sala y se quedó paralizada al verlo justo en frente. MíngHào sonrió, pero ella no salía de su asombro.