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Pedido por Crazylife17 💕

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Sus labios recorrían con dedicación mi cuello a la vez que las palmas de sus manos acariciaban mi cintura por debajo de la blusa, uno que otro gemido salía de mis labios cuando sus dientes marcaban alguna parte de mi piel y podía sentir como él so...

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Sus labios recorrían con dedicación mi cuello a la vez que las palmas de sus manos acariciaban mi cintura por debajo de la blusa, uno que otro gemido salía de mis labios cuando sus dientes marcaban alguna parte de mi piel y podía sentir como él sonreía.

Aún no asimilo bien cómo llegamos a lo que estamos haciendo, parecía como si hace apenas unos minutos hablábamos sobre a dónde ir de vacaciones y en un parpadeo comenzamos a besarnos con desespero.

Bueno, es que así había sido.

Sentí como sus manos tomaron con fuerza mis muslos y al instante yo ya estaba sobre el mesón, automáticamente abrí mis piernas y él se acomodó entre ellas. Levantó su cabeza para al fin besar mis labios de nuevo y yo más que gustosa acepté.

Hasta que recordé en dónde estamos.

─Seokmin... ─murmuré entre besos─, Seokmin... ¡hey!

Este se separó unos centímetros y me miró con impaciencia.

─¿Qué?

─No creo que estemos en el mejor de los sitios para hacer esto ─le recordé.

─Linda, los chicos no se encuentran y no volverán hasta después de mucho ─aseguró.

Solté una risa burlona y le di un golpe en el brazo cuando una de sus manos intentó colarse por mi falda.

─Sí, claro, eso siempre se dice y segundos después, ¡BOOM! aparecen justo en frente.

─Ahora no, han ido a comer.

Y como si eso aclaraba todo, volvimos a lo de antes.

A decir verdad si había algo que mantenga ocupados a esos chicos, era la comida, así que aparentemente no había nada de qué preocuparse.

Volví a besarlo con la misma fiereza de antes, esta vez envolviendo mis piernas en su cintura y gimiendo cuando su erección hizo contacto con aquel punto que ahora era el más sensible y necesitado de mi cuerpo. El pelinegro ya se había cansado de jugar, así que mi blusa ya no estaba entre nosotros, ahora sus manos se divertían recorriendo mis piernas y subiendo lentamente hasta llegar por debajo de mi falda y al final a mi ropa interior. Mordí su labio inferior por el simple gusto de escucharlo gemir y cuando al fin tomó mis bragas con decisión, escuchamos como alguien gritaba.

𝑺𝑬𝑽𝑬𝑵𝑻𝑬𝑬𝑵 𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔 ⸙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora