Hay una nota importante al final, así que no se la salten >:v Gracias :3 • • ━━━━ ✿✿ ━━━━
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los celos no son buenos, eso lo sé perfectamente. Solo causan problemas en una relación, pues denotan tu inseguridad y desconfianza. Pero justo ahora me era imposible no sentirlos en cierto nivel, aunque sabía que era ridículo.
O sea, que Hoshi esté abrazando tanto a Mingyu es normal, ¿no?
Usualmente se sienten celos por chicas que se acercan mucho o coquetean descaradamente. Pero en mi caso podría llegar a sentir más inseguridad de sus compañeros, con quienes pasaba la mayoría del tiempo y tenía fanservise casi 24/7, o al menos durante cualquier show, que era cuando más lo veía debido a mi trabajo como su encargada de vestuario.
Suspiré pesadamente al verlos reírse sentados en otro sofá, lejos de mí.
Calma, MiJoo, solo son amigos, como hermanos. No seas tonta.
─¡Noona! ─gritaron a mi derecha, Dino aterrizó en el sofá segundos después─ ¿Por qué tan solita?
─Estoy esperando pacientemente a que alguno haga un desastre en su ropa ─bromeé, este rió.
─Creo que ya viene el primero ─señaló a mi izquierda.
Giré la cabeza y Seungkwan se acercaba con una mueca, al notar que lo veía su rostro se mostró apenado y juntando sus manos se paró al frente.
─Noona, ¿me acomoda la corbata? ─extendió hacia mí el pedazo de tela.
─Claro que sí, Seungkwannie ─dije en un tono dulce mientras me ponía de pie, Dino se quejó a mis espaldas.
─¡A mí no me dices así!
─Tú no te llamas Seungkwan ─respondí obvia, aunque sabía a qué se refería.
Comencé a hacer mi trabajo, mientras tanto el de mejillas grandes y el maknae peleaban con gestos, como sacándose la lengua o girando sus ojos. A veces eran tan infantiles.
Cuando terminé con Seungkwan este se fue feliz y Dino lo siguió, supongo que su discusión no terminaba. Di una mirada rápida por el lugar, todo parecía en orden.
Mis ojos chocaron con los de SoonYoung, parecía haber esperado por eso, me sonrió grande, sus ojos se volvieron dos rayas, tan adorable. Aunque me causó tremenda ternura, la escena de hace un momento se repetía en mi cabeza, sonreí con mis labios pegados, y hasta yo sentí la incomodidad.
Antes de que pueda hacerme cualquier gesto pude ver como Jun se ponía mal la camisa, fui hacia él, le sonreí e inicié a desabotonarla. Llevaba un buen tiempo trabajando aquí, así que estaba acostumbrada a ver a los chicos en casi todos sus estados, pero algunos -como Jun- aún se avergonzaban cuando acomodaba su ropa o veía sus torsos desnudos, o en este caso, cubierto con otra camisa más fina y sin mangas.
