1. SENTIMIENTOS ENCONTRADOS.

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Todo parecía ir tan bien, hasta que sus sentimientos se desbordaron en torrentes de cascadas, dejándose llevar por la corriente de emociones que sentían en aquel instante ante el que se encontraban.  Aquel momento que había sido nuevo para ellos, para ambos, aquel momento en el que juntos compartieron aquella maravillosa y temerosa primera vez en el que unieron sus cuerpos y sus almas.  Aquel momento del que tanto les habían advertido sutilmente en la escuela, e incluso del que, en algún momento, a ella, sus propios padres también habían hecho algunos comentarios, momento en el que, ignorando en medio de tanto sentimiento y pasión, simplemente se dejaron llevar por todas esas emociones que habían estado reprimiendo durante tanto tiempo, aglomerados en un torrente de sensaciones que se soltaron en una gran explosión de encanto inimaginable e inigualable para ambos.

Se había quedado profundamente dormida en sus brazos después de desahogar su llanto y caer rendida en su regazo. Estaban asustados. Ambos lo estaban ante aquella noticia que debía ser maravillosa, pero al mismo tiempo era aterradora. Ninguno de los dos sabía cómo iban a reaccionar sus padres. La noticia aún estaba demasiado fresca para ellos. Acababan de enterarse aquel día.

Ella llevaba días indispuesta. Las sospechas comenzaron a surgir al poco tiempo y él se vio en la obligación de persuadirla a hacerse una prueba. Su madre atribuía su malestar a una simple indigestión, náuseas, vómito, pues coincidió con que ella también había caído enferma después de consumir algunos alimentos que casualmente ese día quiso compartir con Marinette, aunque la chica apenas los había probado.   Ahora lo sabían, estaban seguros de ello, estaban realmente nerviosos al saber que debían encarar la situación ante sus padres. Sin embargo, ella estaba demasiado sensible y nerviosa.

Apenas tenía cinco semanas. Acarició sus mejillas con dulzura mientras la observaba dormir tranquilamente entre sus brazos. Él debía ser fuerte para ella. Él debía darle la confianza que ella necesitaba para continuar sonriendo, aunque su corazón se sentía afligido ante la perspectiva y la incertidumbre que les aguardaba, tan afligido como el de ella.

Tantas dudas cruzaban por su mente que era abrumador y también estaba demasiado asustado, pero no podía demostrarlo.   No podía hacerlo por el bien de ella.  Ninguno de los dos quería contemplar la idea de abortar.  Eso no lo harían.  Estaba por sentado que lo descartarían.  

Ante los hechos que se le presentaban y aquellos síntomas que ambos sentían, Adrien decidió conseguir varias pruebas de embarazo en una farmacia.  Consiguió un total de 10, a lo que el farmacéutico lo miró con extrañeza y no pudo evitar preguntarle para qué quería tantas.

─ Es para un proyecto de la escuela─ respondió él bastante incómodo y nervioso─.  A mi compañero y a mi nos tocó el tema de... Hammm... métodos de anti concepción.  Es una exposición y... decidimos comenzar por tocar el tema de embarazos... no deseados.

─ Entiendo, en ese caso, si necesitas alguna información, puedes venir con tu amigo para que les ayude con ese tema.  Seguramente tendrán la mejor nota─ respondió él señor con amabilidad.

─ No se preocupe, en realidad ya lo terminamos─ dijo Adrien con una gran sonrisa recibiendo la bolsa─.  Solo nos faltaban de estos y... creo que también de esos─ dijo el joven señalando una caja de condones, a lo que el farmacéutico los anexó y recibió el pago.

En cuanto llegó a la casa de Marinette, él le entregó todas las pruebas.  Marinette lo miró sorprendida, pero tal y como él dijo, las hizo todas para estar seguros.  Aguardaron unos minutos, ambos se habían tomado de las manos con fuerza.  Entonces una los dos fueron viendo cada uno de los resultados, y para su suerte, todas habían arrojado el mismo resultado.  Ella le dijo en un murmullo casi imperceptible "No me pidas que aborte", pero él jamás lo contempló.  Solo tomó con delicadeza el rostro de la chica y le besó con dulzura diciéndole que jamás lo haría, para rodearla luego entre sus brazos.  Sin embargo, algo en su interior le decía que aquella sería la primera opción que su padre sí contemplaría. Aquello no era bueno para él como futuro heredero de los Agreste, ni mucho menos para su carrera como modelo.  Sin lugar a dudas aquello que les pasaba, por mero capricho y descuido de ambos, pero sobretodo por su propio egoísmo, les dejaría grandes consecuencias y sacrificios.  Lo sabía.  Pero por ella estaba decidido a afrontarlo todo.

Tikki los miraba desde el escritorio de Marinette aún enojada.  Les había advertido que debían de tener cuidado, aunque ya era tarde, pero con quien estaba más enojada era con el rubio de ojos verdes.  Incluso Plagg parecía disgustado.  Las cosas iban a ser más complicadas ahora para la heroína de parís en esas condiciones, aunque el traje la protegería hasta cierto grado.  Después de los tres meses ella debía tener mucho más cuidado pues el traje no podría protegerla lo suficiente en circunstancias más extremas.  Todo aquello se los había dicho Tikki hacía menos de una hora, haciendo llorar a mares a Marinette quien poco después se imaginaba a sus padres retándola aún más fuerte que la misma Tikki, y Adrien se sentía desolado mientras intentaba reconfortarla, pero... ¿quién lo reconfortaría a él y le daría las fuerzas que necesitaba en ese momento y en los que se le vendrían encima?

Un fuerte suspiro de su chica lo sacó de sus pensamientos. La atrajo más hacia su cuerpo y besó su frente intentando contener las ganas que también tenía de llorar ante la fragilidad de su chica y ante todo lo que se le vendría. Quería aprovechar aquellos momentos para estar así, juntos de esa forma, antes de que los padres de la azabache llegaran y se enteraran de la verdad, antes de que su propio padre lo supiera, antes de enfrentar la realidad. Podría ser sólo minutos, sólo un par de horas más... sólo quería aprovechar y estar así con ella.

Cerró sus ojos intentando no pensar más en esos problemas, intentando guardar aquel momento y transformar aquella noticia en una más feliz.  Intentó pensar en aquella criatura que llegaría en unos cuantos meses, fuera un niño o una niña.  Intentó pensar en a quién se parecería cuando naciera, de quién sacaría sus ojos, sus cabellos, el perfil de su nariz... deseó con todas sus fuerzas que fuera como ella.  Exhaló un profundo suspiro mientras asomaba una sonrisa traviesa por su rostro mientras imaginaba a una pequeña Marinette entre sus brazos.  Y si era un niño... Y si era una niña... la emoción comenzó a aglomerarse y a hacer latir fuerte su corazón dejando de lado todos los temores que tenía.  Se sintió afortunado y deseoso de que aquello ocurriera con la chica que tanto amaba y sin notarlo, el sueño también lo fue venciendo.

Hola mis queridos lectores.  Otra vez yo.
Aquí les traigo este lindo Fanfic de MLB que espero les guste.

El Gato que nos unió volverá y esta vez para quedarse y sé que lo amarán.

Gracias por leer esta historia y disfrútenla muchioooooo.

Un abrazo.

Atte:
El Gato Azul.

Solos Tu Y Yo...  Bajo Las Hojas De Otoño.    MLBAA18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora