Hola, hola, hola, un saludo a todos antes de empezar la lectura.
Sólo quería aclararles que aquí encontrarán un poquito de algo que ya leyeron en uno de los capítulos anteriores, pero sé que les agradará, porque ya... mejor léanlo y después ustedes dirán si les gustó o no.
Por fin llegamos al punto en el que todos queríamos llegar y de aquí en adelante la cosa se pone interesante. Lo prometo.
Un abrazo.
El Gato Azul.
Marinette no podía más con aquellas molestias que la atormentaban. Había optado, cada mañana, pasar por alto su desayuno para evitar devolver a cada rato, pero si no comía algo, los mareos parecían incrementarse, por lo que durante clases optaba por recostarse sobre el escritorio. Era una verdadera fortuna que sus malestares pasaran rápidamente durante la primera hora de clase, y pudiera comer algo en el receso.
Sin embargo, las palabras de Alya rondaban aún su mente y tenía un retraso de varios días, por no decir una semana. Estaba asustada de estarlo y no lo aceptaba, por lo que simplemente se desentendía del asunto. No le había dicho aún nada a nadie, ni siquiera a Adrien que parecía estar feliz de poder ser él mismo con ella. El haber revelado aquella mañana su identidad, aunque hubiera sido accidental, lo había hecho sentir libre. Ahora todo el mundo sabía que habían empezado una relación, aunque muchos comenzaron a dudar de ello. Incluso Luka parecía bastante extrañado, pues pensaba que ella no lo quería. Eso era lo que todos creían.
Pero aquel día, había sido realmente caótico para Marinette.
Despertar después de entregarse teniendo ella misma la iniciativa de que aquello sucediera era una sensación que la llenaba de emoción y más cuando al despertar, sintió el calor de su cuerpo junto al de ella. Sus brazos la rodeaban y se ajustaban en un abrazo a su cintura. Sus manos acariciaron la descubierta y suave piel del chico y, aún adormilada, abrió poco a poco los ojos para descubrir allí a alguien que no esperaba encontrarse. Aún se sentía aturdida por el sueño y aquello debía ser todo, menos real. Intentó apartarse, pero el chico ajustó más su abrazo y acercó más su rostro al de ella. Él seguía dormido.
Sus mejillas se encendieron en un rojo carmín mientras le miraba, aún paralizada por la impresión, cada facción del rostro del chico. Sus largas pestañas y su fina piel, el hermoso cabello dorado que caía sobre sus almohadas y ese delicioso aroma que sólo él podía despedir. ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Ahora que lo pensaba todo resultaba ser demasiado obvio y sentía rabia y frustración hacia ella misma por no haberlo notado antes, pero él... él no le había dicho nunca nada. Sentía como si hubiera estado jugando con ella desde el principio. Bien sabía que el chico no podía revelar su identidad como Chat Noir, y que Chat no podía decirle que el era Adrien, pero... ¿porqué tener que confundirla usando sus dos identidades? ¿Qué pretendía realmente el chico al hacer eso? ¿Cuál era la razón por la que lo había hecho de ese modo? Pero todas las preguntas daban a la misma respuesta: Sólo estaba jugando.
Sólo bastó con que el chico abriera sus ojos verdes para que toda una gran batalla comenzara en la habitación. El chico se levantó rápidamente, pero sabía ya que ocultarse no serviría de nada.
– ¿A... A...drien? – se animó a llamarlo la chica con voz tímida mientras se cubría con las sábanas y el chico la observaba apenado del otro lado de la cama.
– Sí, soy yo Marinette– dijo él sin poder levantar la vista hacia ella.
– Explícame– pidió ella intentando contener su enojo que de repente se vio aflorar en su tono.
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Solos Tu Y Yo... Bajo Las Hojas De Otoño. MLBAA18
Fiksi PenggemarAdrien descubre la verdadera identidad de su Lady y ahora no sabe cómo remediar el haberla rechazado cuando en su forma civil, ella ya se le había declarado. Intentando e intentando se frustra por no conseguir la atención de su amada y comete un err...