Adrien llegó tal y como le dijeron, muy temprano a su trabajo. Eran cerca de las cinco de la madrugada, apenas había comido algo y había salido de casa sin despertar a nadie. Sólo a Plagg que refunfuñando medio dormido, se metió dentro de su bolsillo para seguir durmiendo.
Esperó al frente del portón, y esperó bastante tiempo bajo el frío del invierno que caía sobre las calles de parís. Aquel diciembre era el primero que pasaría fuera de casa, el tercero que tendría sin su madre, y el primero con Marinette, con su nueva familia. Por alguna razón su mundo comenzaba a cobrar algún sentido. Ya no estaba sólo y a pesar de las dificultades, ahora comenzaba a ver en todo algo de luz y esperanza. Una nueva familia con la cual compartir su vida, y él sería la cabeza de todo eso. Aquello le abrumaba sin lugar a dudas, y mucho, pero también le ilusionaba compartir por primera vez en familia, después de tanto tiempo, una fecha tan importante como era la navidad, o un año nuevo. Se hizo ilusiones soñando en años futuros, viendo a sus hijos crecer poco a poco, compartir con ellos cada fecha especial... lucharía por hacer de todo algo perfecto.
Faltando un cuarto para las seis, y a punto de quedar enterrado bajo la nieve, el maestro en obras, George se acercó a él con una sonora carcajada.
─Si llegaste a las cinco muchacho. Me halaga la puntualidad en un chico tan joven ─dijo él palmeando con fuerza la espalda del chico y provocándole una fuerte tos─. Vamos, entra a la oficina ─dijo poco después de que el vigilante en turno abriera al fin el portón y lo dejara abierto para que los trabajadores comenzaran a ingresar a la obra.
Adrien siguió al maestro en obras, entró a aquel pequeño container y aguardó.
─El maestro Fu es un gran hombre ─continuó el George mientras se sentaba frente a su escritorio y comenzaba a revolver algunos papeles, buscando alguna cosa─. Lo conozco hace unos tres años y ahora que estoy trabajando tan cerca, aprovecho a pasarme por su consultorio. La acupuntura es genial.
Adrien no entendía nada de lo que le decía, pero prefirió aguardar. En verdad, siendo aquel su primer trabajo se encontraba bastante ansioso y nervioso. De no haber sido porque su padre lo hubiera encontrado en sus dos trabajos anteriores, los contaría como tales, salvo por el simple hecho de que en ambos duró solo un par de días antes de tener que salir corriendo, pues su padre siempre intentaba acorralarlo. Esperaba que en esta ocasión, no pudiera localizarlo.
─Siéntate chico, lo que te tengo que decir es importante ─lo invitó a seguir George, extendiéndole una mano hacia la banca vacía frente a su escritorio. El chico obedeció de inmediato y se sentó en silencio─. Necesitamos conseguirte un equipo a tu medida. Un overol, un par de botas para la nieve de momento, no quiero que te lastimes, arnés, casco, gafas entre otras cosas que son primordiales si vas a trabajar aquí. Por el costo no te preocupes, las herramientas son de la empresa, pero el uniforme correrá por tu cuenta, así que lo iremos descontando de tu trabajo poco a poco.
Adrien asintió en silencio, prestándo especial atención a aquel hombre que de cierta forma, por su contextura, le recordaba bastante al señor Dupain.
─¿Estás seguro de querer trabajar aquí? ─el señor George parecía realmente serio al formular aquella pregunta y lo miraba inquisitivamente─. Porqué sé quién eres a pesar de tu disfrás. Mi hija es admiradora tuya y tiene tu rostro en todas partes en su habitación. Obviamente te reconocería bajo esa peluca negra. Mira chico, aquí no es como una sesión de fotos, ni tampoco será como en tu mansión. Esto será difícil para alguien que ha vivido con tantos acomodos como tu. Por eso quiero que te asegures de tomar la decisión correcta. Una vez firmes el contrato de trabajo, no permitiré que te eches para atrás y seré generoso contigo. El contrato será solo por tres meses. Si vez que puedes hacerlo, lo extenderé hasta que finalice la obra. ¿Qué dices?
ESTÁS LEYENDO
Solos Tu Y Yo... Bajo Las Hojas De Otoño. MLBAA18
FanficAdrien descubre la verdadera identidad de su Lady y ahora no sabe cómo remediar el haberla rechazado cuando en su forma civil, ella ya se le había declarado. Intentando e intentando se frustra por no conseguir la atención de su amada y comete un err...