Solos Tu Y Yo... Bajo Las Hojas De Otoño. MLBAA18

32. PÉRDIDA.

Marinette secó sus lágrimas mientras Nino continuaba en silencio sentado frente a ella.  La incomodidad invadía la habitación, sin saber qué más podría hacer para remediar la situación.

─Lo siento Marinette ─se disculpó Nino sin poder levantar la mirada del suelo y sentándose frente a ella.

Marinette agarró la carpeta y la ecografía, la cual sacó del marco para enseñársela a Nino.

─Esa fue de hace unas semanas ─explicaba Marinette con voz apagada.  En verdad deseaba que aquel momento hubiese sido más feliz, lleno de alegría, al compartir la noticia con sus amigos, pero no era así─, y esta de aquí ─dijo ella sacando de la carpeta la última ecografía que le habían hecho aquel mismo día─... es de hoy.

Nino tomó ambas y las comparó.  En la primera no distinguía nada.  No entendía mucho solo veía escasos puntos, mientras que en la segunda ya veía con mayor claridad algunas siluetas.  Por alguna extraña razón se sintió confundido, pero se llenó de emoción al mismo tiempo.  

─Dime donde está el bebé ─dijo Nino arrastrando su trasero en el piso para sentarse al lado de Marinette y permitir que le explicara bien─.  Porque no entiendo la primera y la segunda tiene estas tres...

─Son tres ─aclaró Marinette y Nino abrió sus ojos llenos de asombro al mirar en los ojos de la ojizarca─.  Estas tres cositas que vez aquí son los bebés, en esta primera ecografía sólo se veían dos ¿Si vez?  Pero aquí ya puedes verlos mejor.  Esta es la cabeza de uno y... estos son sus bracitos y piernas.  La columna vertebral ya está bien desarrollada y ya han pasado de ser embriones a fetos.  Oficialmente son bebés ─dijo ella con una sonrisa, pero Nino descubrió en sus ojos lo asustada que se encontraba.  

─Debe ser difícil para ti ─dijo él devolviéndo las ecografías a su amiga, quien de inmediato las guardó en la carpeta─.  ¿Nunca pensaste en abortar?

Marinette se levantó y guardó en el cajón del escritorio la carpeta y las ecografías, para darse vuelta y observar a Nino con tranquilidad.  Ya no se sentía tan nerviosa, ni incómoda como antes, por el contrario, sentía que un gran peso se había quitado de encima─. ¿Recuerdas el debate del año pasado que tuve con Chlóe?

─ Ah, si... claro─ respondió Nino recordando de lo que se trataba─.  A ti te tocó defender el aborto y a Chlóe le tocó el contra.  

─Y ganó Chlóe─ continuó Marinette cruzando sus brazos, pero con una sonrisa en sus brazos.

Nino aún no comprendía muy bien a donde quería llegar Marinette con aquel tema, pero intuía hacia donde quería ir.

─Nunca me gustó defender el aborto y encontrar pautas para su defensa... bueno, en realidad es bastante complicado cuando tienes una oposición contraria a lo que piensas y debes presentar esa teoría como algo a defender cuando no estás de acuerdo─ explicaba Marinette intentando no enredar demasiado su explicación para su amigo─.  La mayoría de los del salón estuvieron a favor del no aborto.  Chlóe hizo un gran trabajo.

─Querrás decir Sabrina ─corrigió Nino con frescura, pues todos sabían que Sabrina era quien hacía la mayor parte de sus trabajos para la rubia.

─Esta vez te equivocas Nino ─lo contradijo Marinette sentándose nuevamente en el suelo frente a la mesita y tomando una mágdalena─.  Esa vez me consta que Chlóe trabajó sola.  Ambas nos encontramos un día en el hospital para interrogar algunas enfermeras en el área de maternidad.  

─Pero siendo que tú tenías que defender el aborto... ¿no estás en una situación donde podrías dar un ejemplo de...

─No Nino, es cuestión de principios.  Mis principios ─aclaró Marinette un poco más animada mientras partía la magdalena y probaba al fin un trocito pequeño─.  Puede que... mmMmm, qué delicia ─se interrumpió a si misma mientras degustaba aquella deliciosa magdalena.  Nino la observó un poco sorprendido y una sonrisa se dibujó en su rostro─.  Nino, yo creo firmemente en la posición de Chlóe ya que siempre he pensado que vale la pena luchar por una vida, sea cual sea.