A la segunda semana de estar en casa del maestro Fu, aquel día Lunes ingresaron a la escuela nocturna gracias a los papeles que el director Démocles le había entregado firmados. La directora Alice Flamet era gran amiga del maestro Fu y una de sus clientes frecuentes, por lo que mantuvo en consideración las identidades de ambos jóvenes, sobretodo la de Adrien.
Jamás se imaginó tener al chico Agreste entre sus estudiantes, pero notó que con las notas de ambos jóvenes, podían ser un gran impacto y ejemplo para los chicos que les acompañarían en el curso.
Adrien estaba agotado. Llevaba tres días paleando nieve en la construcción y a pesar de que ahora si contaba con unos buenos guantes, sus manos estaban maltratadas. Sin embargo y pese a eso, agarraba la mano de Marinette rumbo a su nueva escuela. Ambos estaban nerviosos. Acomodaron sus pelucas antes de entrar al salón que ya estaba lleno. Desde la ventana del corredor podían ver a varios alumnos que oscilaba entre los 16 años, como ellos, y los 27.
El maestro llegó y se detuvo un instante junto a ellos observándolos inquisitivamente, de pies a cabeza, dando la impresión de que los juzgaba y criticaba en el más absoluto silencio. Marinette se cohibió ante su mirada, pero Adrien la devolvió desafiante, a lo que aquel extraño hombre sólo bufó para entrar antes que ellos al salón.
Todos los estudiantes guardaron de inmediato silencio y observaron a la joven pareja que estaba tras el maestro.
─ ¡Está embarazada! ─soltó una chica de aproximadamente unos 23 años, de aspecto demasiado alegre, cabellos oscuros y mechones de colores rosa, azul y verde por todo su cabello los cuales estaban recogidos por tirantes del mismo color.
─Y la discreción es la mejor virtud del ser humano ─soltó el maestro a la chica que de inmediato volteó a mirarlo─. Ella es Mary y él es André Dupain. Ambos son pareja como podrán darse cuenta, y una muy irresponsable, pero eso no les concierne a nadie más que a ellos─. Adrien no pudo evitar sentir en ese preciso instante que la sangre comenzaba a hervirle. Aquel profesor comenzaba a caerle bastante mal─. Señori... señora Mary, siéntese al lado de Serena. Esa niña de aspecto loco que acaba de hablar. Y usted joven André, siéntese justo aquí, frente a mi.
Definitivamente aquel hombre, el maestro no le caía nada bien a Adrien. Había tenido el descaro de separarlos y aquello no le gustaba. Junto a él se sentaba un chico bastante mayor que él, tal vez por unos siete años, quien ni siquiera le dirigía la palabra. Extrañaba a su mejor amigo Nino y le hacía mucha falta, pero ahora se sentía demasiado extraño al sentir que Marinette estaba tan cerca y a la vez tan lejos de él. La miró por sobre el hombro y pudo ver que a pesar de que Serena parecía querer hacer amistad con ella, Marinette deseaba estar junto a Adrien y no la culpaba: él deseaba lo mismo.
La jornada escolar nocturna era sólo de cuatro horas. Comenzaba a las ocho y terminaba a las diez. Para Adrien el horario era perfecto, pues salía de su jornada laboral a las cinco de la tarde y debía estar en la construcción desde las siete, una hora antes de que todos los trabajadores comenzaran a ingresar, pues debía paliar toda la nieve que hubiese desde la entrada, para evitar que se hiciera el condenado barrizal y hubieran accidentes desde muy temprano. Su tarea parecía ser sencilla, pero las nevadas en realidad no ayudaban.
Las cuatro horas pasaron para ambos muy rápido, pues por fortuna, los temas que veían en aquella escuela nocturna estaban o muy atrasados a los que ellos veían en su escuela privada, o ellos estaban demasiado adelantados. Durante el receso, varios de sus compañeros los abordaron a preguntas, pero ambos preferían compartir del poco tiempo que les quedaba para estar juntos, pues desde que Adrien comenzó a trabajar, cada vez era menos el tiempo que compartía con Marinette y aquello lo mortificaba un poco, sobretodo porque ahora que sus bebés comenzaban a hacerse notar, de verdad deseaba estar allí cada segundo de su día.
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Solos Tu Y Yo... Bajo Las Hojas De Otoño. MLBAA18
Fiksi PenggemarAdrien descubre la verdadera identidad de su Lady y ahora no sabe cómo remediar el haberla rechazado cuando en su forma civil, ella ya se le había declarado. Intentando e intentando se frustra por no conseguir la atención de su amada y comete un err...