54. DESEO.

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Por alguna razón, cada niño al que Darkmother tocaba, desaparecía en un oscuro abismo que conducía hacia algún rumbo desconocido, pero por alguna razón, se aferraba al pequeño Hugo que parecía pasarla muy mal en sus brazos, intentando liberarse de ella, intentando respirar con más facilidad, pero su rostro comenzaba a tornarse pálido y sus labios a amoratarse nuevamente, lo que los preocupaba sobremanera a ambos. Sabían que de seguir así, su pequeño no duraría mucho tiempo.

Los pequeños, incluso muchos adolescentes desaparecían al paso de DarkMother, y Ladybug comprendía el dolor que había causado a su madre.

Perder a Emma fue doloroso, aunque no tanto como cuando supo lo ocurrido con Louis, y ahora con Hugo... perder a un hijo era demasiado doloroso, por ello se lamentaba del dolor que le había causado a sus padres cuando decidió huir de casa, pero ellos no le habían dado otra opción. Si tan sólo las cosas hubiesen sido diferentes... si tan sólo pudiera evitar tantos errores y romper tantos corazones... si existiera alguna manera de solucionar todo sin que tantas personas sufrieran, donde sus hijos estuvieran a salvo, sus padres estuvieran felices, Adrien fuera feliz y ella tuviera su familia completa... Pero las cosas no se solucionan con sólo desearlas y el tiempo no da vuelta atrás.

Siguieron a DarkMother lo mejor que pudieron, pero ella era bastante astuta. Siempre ponía distancia y en cuanto se acercaban lo suficiente hacía aparecer aquellos escalofriantes hoyos a su alrededor.

─Creo que necesitaremos a los demás ─murmuró Chat que estaba bastante angustiado por la forma en la que respiraba su pequeño. Necesitaban llevarlo lo más pronto posible al hospital y el tiempo se les estaba acabando. De seguir así, perderían a todos sus hijos y se quedarían solos. Luchar por su familia todo aquel tiempo habría sido en vano.

Ladybug utilizó el LuckyCharm del cual salió una caña de pescar. La desesperación y la angustia por salvar a su hijo estaban cobrando factura en ese preciso instante. Sabía lo que tenía que hacer, pero temía por su bebé. El plan era demasiado arriesgado.

Ladybug se acercó hasta Chat y susurró su plan, mientras DarkMother sonreía con malicia y aguardaba expectante por lo que harían. No se movió ni un centímetro cuando Ladybug tiró de la caña para enlazar el parasol que DarkMother tenía a sus espaldas, y tampoco cuando este cayó sobre ella y el bebé, mucho menos cuando Chat usó su cataclismo para enfocarlo sobre un poste sostenía muchas luces de colores y varios lazos, que al caer, rodearon a la akumatizada. Chat se apresuró a amarrar a la akumatizada y quitar el parasol, para recuperar así al pequeño Hugo, pero cuando lo hizo, ambos descubrieron con horror que allí no estaba y en su lugar, en el suelo les aguardaba un oscuro y frío hoyo que no sabían a dónde conducía.

Los miraculous comenzaron a titilar, pero eso no le importó a Chat quien sin pensarlo mucho tiempo sólo se arrojó a alcanzar a aquella mujer antes de que Ladybug pudiera detenerle. No tuvo de otra que seguirlo antes de que se cerrara aquel hoyo.

El viaje fue de milésimas de segundo y aparecieron en un extraño lugar bastante oscuro, donde sólo había un enorme ventanal redondo por donde escasamente entraba la luz purpurea que dejaban filtrar aquellos cristales. El sol no parecía ser bienvenido en aquel lugar. El llanto de un niño resonó con eco, y Chat se apresuró a buscar al pequeño. Su mirada felina le ayudaba a ver en la oscuridad y pronto se dio cuenta que DarkMother no estaba sola.

Ladybug llegó pronto a su lado, pero ella no podía moverse como él en la oscura habitación. El ventanal comenzó a cerrarse lentamente haciendo que la luz fuera más escasa, quedando sólo un pequeño hoyo donde nada más un halo de luz se filtraba en todo el centro de aquel salón. Chat detuvo a su Lady justo a sus espaldas. Todos sus sentidos le decían que había cometido un error al entrar allí teniendo tan poco tiempo y sin poder ya activar sus poderes. Necesitaban ayuda, pero ya no podían salir de aquella trampa.

Solos Tu Y Yo...  Bajo Las Hojas De Otoño.    MLBAA18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora