Tanto Marinette como Adrien habían llegado a la casa del maestro Fu, quien los esperaba preocupado. Él ya sabía la decisión que Adrien había tomado con respecto a Ladybug, y a pesar de saber que no podía tomar ambos miraculous, era necesario que el portador del miraculous de la mariquita, contara con la ayuda necesaria e indispensable del miraculous del gato. Sin embargo la idea de Marinette no era descabellada, de hecho resultaba ser prudente hasta cierto punto. El problema sería si las cosas se salían de control, entonces allí tanto ella como sus bebés correrían peligro y su plan se echaría a perder.
─No tiene porqué salir mal si contamos con Rena Rouge y con Carapace ─dijo ella con convicción. En verdad no deseaba dejar sólo a su gatito en el campo de batalla. No como la vez pasada.
Adrien chasqueó la lengua con enfado. Para nada le había ido mal y Carapace era un excelente héroe. Estaba seguro que con su ayuda podía manejar la situación. Aún no estaba convencido de querer dejar ir al lugar a Marinette y sus bebés.
─No estoy de acuerdo con esto ─dijo Adrien muy serio.
─Yo tampoco ─lo apoyó Plagg adoptando la misma actitud del rubio y cruzándose de brazos─. Maestro, esto no está bien y los villanos cada vez son más peligrosos.
─Tengo un muy mal presentimiento de esto Marinette y de verdad no quiero que te pase nada ─dijo Tikki con preocupación en su voz.
El maestro Fu suspiró con pesadez. Tenía la ligera sospecha de que Marinette, tal vez debido a su estado, estaba siendo un poco irracional con respecto a las batallas. La última vez estuvieron en gran peligro, y de no haber sido por Chat, las cosas no habrían salido nada bien. No podía arriesgarse, y necesitaba saber que tanta confianza podía depositar en ella... en ambos chicos, por lo que una idea cruzó por su mente.
─Entrégame los miraculous Marinette ─pidió el Maestro Fu con calma extendiendo su mano hacia ella para que pudiera depositarlos allí─, y tú también Chat.
─Pero...
Marinette fue interrumpida por la acción de Adrien, quien sin dudar y sin decir una sola palabra, entregó su miraculous y lo posó sobre la palma de la mano del maestro, quien sonrió ante la determinación del chico. Sin lugar a dudas era un chico muy confiable. Adrien confiaba demasiado en él a pesar de conocerlo poco y entendía que si él lo pedía, era por que era lo mejor, mientras el maestro Fu, sorprendido y halagado, ahora confiaba mucho más en el joven rubio. Marinette suspiró por lo bajo con desgano y retiró sus pendientes dejándolos en las manos del maestro junto al anillo de Chat.
─Me sorprende saber que fuiste tú Chat quien no dudó en devolver el miraculous, y tú Marinette, a pesar de devolverlos, dudaste un momento.
─No es que dudara maestro, en otras circunstancias jamás dudaría, pero...
─Pero esta batalla te hace dudar ─completó el maestro Fu por ella─. Entiendo que estés preocupada, pero debes entender que después de la última batalla, nosotros lo estamos aún más. Ahora estás en cinta y tienes cinco meses. Un accidente puede ser fatal o tal vez mortal para ti y los bebés, eso sin mencionar que las probabilidades de Hawk Moth sepa ya de tu estado son altas.
El maestro Fu se giró sobre sus talones y se dirigió hacia el contenedor de miraculous, aquella caja donde muchos miraculous permanecían a buen resguardo. Abrió la caja y para sorpresa de ambos sacó el de Rena, y retirando su pulsera dejó aquellos miraculous en sus respectivas cajas, extendiéndolas a Chat.
─Necesito saber si vas a obedecer Marinette. Para ser sincero, si no fuera porque tú eres la única que conoces la identidad de Rena, no te dejaría ir a pesar de que tu plan no es para nada malo, sólo que no quiero que nada malo pase como la vez pasada. Necesito que controles todos y cada uno de tus impulsos. ¿Obedecerás a todo lo que te diga?
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Solos Tu Y Yo... Bajo Las Hojas De Otoño. MLBAA18
FanfictionAdrien descubre la verdadera identidad de su Lady y ahora no sabe cómo remediar el haberla rechazado cuando en su forma civil, ella ya se le había declarado. Intentando e intentando se frustra por no conseguir la atención de su amada y comete un err...