44. NUEVO COMIENZO.

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Día Sábado y habían pasado ya una semana en la casa del maestro Fu, quien mostraba ser bastante generoso y bondadoso. Adrien se había pasado todos los días saliendo en busca de trabajo y buscando en los periódicos. Durante los primeros días había tenido bastante suerte como mesero en un buen restaurante donde lo conocían bien. Sin embargo, no pasaron ni dos días cuando su padre apareció en el restaurante, y tuvo que salir por la puerta de atrás antes de que lo viera.

Descartando los restaurantes por completo, comenzó a buscar en otras zonas laborales que su padre o las personas que lo frecuentaran, no lo reconocieran con facilidad.

Mientras tanto, Marinette y el maestro Fu habían ido a un lugar en el cual pudieran continuar sus estudios sin llamar demasiado la atención. Por fortuna, el maestro Fu conocía a la directora de una escuela nocturna para jóvenes que trabajaban durante el día o que estaban en circunstancias similares a las de ellos y en tan sólo la primera noche de estudio, ya tenían toda la atención puesta sobre ellos. Adrien usaba su hermosa cabellera negra, pero aún así no pudo evitar llamar la atención. Sin embargo el estado de Marinette y el hecho de que eran pareja era tal vez lo que más llamaba la atención de todos en general.

Adrien llegó aquella noche bastante exhausto. Llevaba una bolsa con pan, leche y un poco de queso para Plagg. Se dirigió a la cocina donde se encontró con el maestro Fu, preparando un poco de té.

─Qué tal tu primer día ─preguntó Fu colocando el té en la mesa e invitando a Adrien a sentarse─. Wayzz, ve por ella ─le indicó a su Kwami el cual salió rápidamente en dirección a la habitación.

Adrien se sentó dejando sobre la mesa la bolsa con las cosas que traía y suspiró con cansancio.

─Conseguí el trabajo esta mañana ─dijo ocultando sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

─Eso es una gran noticia, joven ─comentó el Maestro mientras calentaba la cena que habían hecho entre Marinette y él─. No entiendo entonces porqué esa cara tan larga.

─No tengo mucha experiencia en ese campo y... es muy difícil, pero en parte, todo fue gracias a usted.  De verdad agradezco demasiado que...

─Tu lo conseguiste por tu cuenta.  Estoy seguro que te entrevistó, te hizo preguntas.  George es un hombre que ama la sinceridad y la honestidad, pero sobretodo que admira las personas con determinación y un alto nivel de responsabilidad.  Yo sólo le pedí que te ayudara en lo posible.  Sólo es cuestión de aprender y tener paciencia ─Fu sirvió la comida y la colocó frente a Adrien quien comenzó a comer de inmediato. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que tenía hambre de más y aquella comida le supo deliciosa. El maestro Fu se sentó frente a él en la mesa tomando su delicioso té y contemplando al joven en silencio.

─Hola ─saludó una tímida chica, con una linda sonrisa y sus mejillas sonrojadas, que apenas entraba a la cocina, con un hermoso vestido blanco y rosa que caía por su vientre de poco más de cinco meses.

Adrien miró a la chica que aún estaba junto al marco de la puerta, acompañada de dos Kwamis, Tikki y Wayzz que regresó junto al maestro Fu. Se levantó de la mesa y se acercó para abrazarla, besando su frente con mucha dulzura.

El maestro Fu se levantó también y se despidió por aquel día con una sonrisa traviesa en su rostro, seguido de Wayzz, dejando a los chicos sólos para que compartieran un poco de privacidad. Aunque realmente no hacía mucha falta, debido a que compartían la misma habitación, pero Adrien llegaba tan cansado de tanto buscar, que apenas tocaba cama, caía rendido en un profundo sueño.

Las cosas habían cambiado demasiado aquellos últimos días. Ya nada era como antes, y ambos sabían que no volvería a serlo.

En cuanto el señor Fu salió, Marinette tomó el rostro de Adrien y besó sus labios sutilmente, para luego empujar al chico hasta el comedor para que terminara de comer.

Solos Tu Y Yo...  Bajo Las Hojas De Otoño.    MLBAA18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora