Enamorada De Un Acosador

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Capitulo narrado:

Llegué a la puerta de mi casa hecha una furía después de ser plantada por mi acosador. Toqué el timbre pero nadie me contestaba, volví a tocar muchas veces y tampoco contestaban. Mis padres ahora estaban trabajando y los unicos que tendrían que esta en casa eran mis hermanos.

-¡¡Héctor!! ¡¡Álvaro!! ¡¡Abrid la maldita puerta!! -dije mientras golpeaba la puerta con toda mis fuerza.

Me acordé de que hoy Álvaro tenía un partido de fútbol y seguro que Héctor ahora mismo estará en la casa de un amigo suyo jugando al playstation 4. La verdad me da verguenza mi hermano mayor, tiene 21 años y sigue jugando a esas cosas, ni siquiera a encontrado un trabajo.
Metí la mano en mi bolsa y mis llaves no estaban ahí, creía que lo había encontrado. Me acorde de que al final no lo había encontrado ya que me había distraído, todo fue la culpa de ese mujerigo.

Esperé fuera, nada de esto no pasaría si no hubiese chocado con ese imbécil. El frío me mataba y por mala suerte llevaba una blusa roja, unos shorts y unas sandalias con el frío que hacía. No podía aguantar más, no sentía mis labios, ni mis dedos y tenía la cara pálida. Pensaba que iba morir congela hasta que sentí calor en mi cuerpo. Abrí lentamente mis ojos, vi que era Zack y que me estaba abrazando.

-Ahora mejor -dijo él con un tono sexy.

-¿Zack? -pregunté murmurando-. Sueltame, porfavor.

Intentaba apartarme de él pero, su abrazo era demasaido fuerte que ni siquiera podía levantarme. En verdad no quería apartarme de él, Zack tenía el cuerpo muy caliente y con su abrazo calentaba mi cuerpo, era tan agusto pero tenía que hacerlo, no podía dejar que un mujeriego me abrazara, conozco todos los trucos de los mujeriegos para atraer a una chica. Me quede un rato entre sus brazos hasta que sentí un roze entre mis piernas y me dí de cuenta de que Zack me tocaba.

-¡¡Zack, para ya!! ¡¡Quitas tu maldito brazo de mis hombros!! -Grité y en seguida me levanté.

-Tranquila señora, tampoco me muerdas -dijo él con su tipica sonrisa de mujeriego.

-Si no quieres que te muerda, no me vuelvas a abrazarme imbécil -dije yo con un tono borde.

-Y bien que te has calentado con mi abrazo -dijo él lamiendo sus labios.

Frucí el ceño y despues le di puñetazo en el brazo. No lo voy a negar, estaba muy calentitas junto a él.

-Creo que a la señora se le cayó antes las llaves -dijo él y me da las llaves de casa. Quite las llaves de su mano.

-¿Dónde lo has encontrado?

-Estaba en el suelo, la próxima ten más cuidado con tus cosas.

Le mire de mala cara y me quede un rato callada.

-Uhm ¿no me vas a dar las gracias por haber encontrado tus llaves? -preguntó él y de nuevo sonrió.

-Cállate -dije y abrí la puerta con las llaves.

Cerré la puerte pero, él lo paro con su pie.

-¿Que quieres? -pregunté

-¿Puedo estar un rato en tu casa?

-Adiós -y enseguida cerre la puerta en su cara.

Me quite los zapatos, subí las escalera y entre mi habitación. Me asomé por la ventana y vi que Zack aun estaba en la puerta de mi casa. Baje las escaleras, me fui hacía la cocina y cogí tres huevos, volví a subir la escaleras, entre mi habitación y le tiré desde la ventana un huevo.

-¡¡Oyee!! ¡¡Qué haces!! -dijo él.

-¡¡Fuera de mi casa, imbécil!! -le tiré otro huevo desde la ventana.

-¡¡Vale vale, loca!!

Cerré la ventana y dejé el huevo en la cocina. Me quité la ropa y me puse el pijama. Me fuí al salón, encendí la tele y empecé a hablar sola.

-Que se cree este, no soy tonta. Se lo que pretendes hacer estúpido mujeriego -gruñí-. Solo quieres sexo comnigo pero no lo vas a conseguir. Solo lo que vas a conseguir es perder el tiempo nada más. Intentalo con otra chica pero conmigo no.

-¿Con quién hablas?

Me asuste al escuchar esa voz y de imediatamente me giré. Era Héctor.

-Estúpido, me has astustado -dije.

-Tú si que me has asustado, hablando sola -dijo él y me miró como si fuera una loca.

-Anda déjame en paz -murmuré.

-Vale, te dejo tranquila hablar con tu amigo imaginario -dijo él mientras subía las escaleras.

Me quede mirando como subía las escaleras, después entré en la cocina y hice un té calentito. Vovlí al salón, apagué la televisión y cogí mi móvil. Entré en mi WhatsApp y tenia 85547 mensajes de grupos, deslize hacia arriba y ví 45 mensajes de mi acosador. Me enfade más de lo que estaba y tiré mi iPhone en el cubo de basura.

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