Enamorada De Un Acosador

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Me quité la ropa, fui al baño y me metí en la ducha dispuesta a olvidar todo lo que había pasado. Nunca tenía  que escuchar la conversación de William con su amigo. No me lo esperaba, mi compañero enamorado de mi.

Me relajé al sentir el agua caliente caer sobre mi cabeza, después puse el shampoo en mi cabello, estaba apunto de enjuagarlo cuando unos golpes en la puerta me interrumpió. Justamente ahora me tenían que molestar.

Seguí con lo mio y me quité el shampoo del pelo, esperando a que quien sea que esta ahí se fuera. Pero no, seguí oyendo golpes esta vez un poco más fuertes. Decidí salir a abrir, me envolví en una toalla y salí del baño. Me acerqué a la puerta y lo abrí algo molesta.

-¿Qué haces tú aquí? -dije al ver a William.

-Esta es mi habitación.

-Me da igual, no quiero que estés aquí -dije-. Te echado como tres veces y no me importa hacerlo otra vez.

-No lo harás -dijo bajando su mirada a mi toalla.

-¿Me vas a decir que mierda quieres o vas a quedarte mirando mi toalla toda la noche? -dije ya incomoda.

Levantó la cabeza riéndose un poco y metió las manos en el bolsillo.

-Tengo sueño.

-Te esperas hasta que me cambie. Espera en los pasillos.

-¿En serio? ¿Un chico sexy esperando en el pasillo? -dijo y empezó a reír.

-Lo que tú digas -rodé los ojos.

-Cámbiate en el baño como siempre, tampoco te voy a mirar.

-Vale.

Cerré la puerta. Fui al baño, me quité la toalla y puse mi pijama que consistía en unos shorts negros y una camisa blanca. Me miré en el espejo, tenía el pelo un poco despeinado pero no estaba tan mal. Abrí la puerta del baño y me encontré a William en mi cama.

-Sal de mi cama.

-¿No quieres dormir conmigo?

-No, tienes tu cama.

-Te pegaré mis mocos mañana -dijo saliendo de mi cama.

-Eres un cerdo.

Me acerqué en el armario y le tiré un par de ropas para que no me despertara a media noche, luego me acosté y apagué los luces.

-¿No me vas a dar un beso de buenas noches?

-Calla y duerme.

-No quiero -se quejó.

Le tiré un cojín con mucha fuerza en su cara.

-Auu -dijo frotándose la parte de la cara donde le había dado-. ¿Por qué tienes tanta puntería si esta oscura.

-Habilidades femeninas.

-Buenas noches borde.

-Yo no soy borde.

-Si que lo eres -dijo-. ¿Soñarás conmigo?

-Claro que no -dije-. Olvida lo del beso ¿vale?

-¿Por qué? Me gustas Rebecca.

Me quedé callada. Cerré los ojos e intenté dormir pero no pude. Me volteé muchas veces hasta que al final lo conseguí.

*********
No se cuantas horas había dormido pero me desperté con un dolor de cabeza. Me levanté y me dirigí a la cama de William pero no estaba. Salí de la habitación, no se donde iba a ir, faltaban tres horas para que las clases empezaran. Caminé por los pasillos hasta que encontré a Brenda y me acerqué hacia ella.

-Hola Brenda -saludé.

-Hola.

-¿Qué haces?

-Nada, paseando por los pasillos. Me aburro.

-Ya somos dos.

-Oye Rebe.

-Dime.

-¿Es verdad que William y tu estáis saliendo?

-No, ¿quien te lo ha dicho?

-Lo he escuchado por ahí.

-¿Qué pasa con esta universidad? Se enteran de todo.

-Osea, ¿es verdad?

-No -dije-. Esta enamorado de mi.

-Lo sabía -dijo con una sonrisa.

-¿Que hago?

-¿Como que "que hago"?

-No me gusta William, lo veo como un amigo. No quiero herirle sus sentimientos.

-Claro porque aún sientes algo por tu ex.

-No me hables de él.

-Lo ves -rodó los ojos -. Aún estás enamorada de ese malparido.

-No estoy enamorada de Zack. Ya no le quiero, me da asco -dije enojada-. Podemos cambiar de tema ¿por favor?

Realmente no quería tener esa conversación porque no quería recordar su infidelidad. Se que habían pasado semanas y que tenía que olvidar de eso pero aún me dolía.

********
A la mañana siguiente me desperté temprano y vi el calendario que estaba pegado en la pared. Lo observé detenidamente por alguna razón,  luego no me importó mucho hasta que los días comenzaron a pasar. Lo seguí observado, era mi semana de mi periodo pero no había venido. Pasaron más días donde si que lo empecé a tomar con importancia.

-¿¡Es una broma!? -grité-. ¿¡Por qué no llega!?

Es regular, siempre es regular. A mi siempre se me venía al día. Miraba al calendario y llamé a mi madre.

-Hola mamá.

-Hola Rebecca ¿Qué tal te van los estudios?

-Bien ¿Te puedo preguntar algo?

-Claro.

-¿Es normal que no me haya venido... ?

-¿No te vino? Que raro, pero si siempre te viene en el día, tú misma lo calculas.

Mi madre pensaba lo mismo.

-Eh... si ... seguro hice mal la cuenta -le aclaré para que no se precupase-. Adiós mamá -colgué la llamada.

Estaba segura que no hice mal la cuenta, era la misma de siempre. Había pasado 2 semana de retraso. ¡Joder! esto me ponia nerviosa, pero muy nerviosa.