Enamorada De Un Acosador

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Al escuchar que había dicho que estaba embarazada, nos habíamos quedado sorprendido. Mire la barriga de Sandra, no se notaba para nada la barriga.

-¿Embarazada? -frunció Zack el ceño.

-Si -respondió con timidez.

-¿De cuánto? -pregunté.

-Cuatro meses.

¿Cuatro meses? Para tener cuatro meses de embarazo, tenía la barriga muy plana.

-Ayúdame por favor -suplicó-. Yo sola no puedo.

-No me importa Sandra -dijo Zack bordemente.

-¿Por qué eres tan malo conmigo? ¿Quieres que el bebé se muera de hambre?

-Me da igual, no es mío el bebé.

-¿Quién es el padre? -pregunté.

-No lo sé.

-Ya me lo esperaba -sopló rodando los ojos-. Metiéndo a muchos hombres en la cama, normal que te hayan preñado.

-Tampoco hace falta que me lo repitas -murmuró.

-¿Qué te repita el qué? ¿De qué eres una puta? Claro que te lo voy a repetir.

-Ya basta Zack -dije harta-. No seas tan malo con ella. Déjala que se quede en tu casa.

-Aggh, vale, te dejo que quedes en mi casa solo por un tiempo.

-¡Gracias Zack! -le abrazó.

Estuvieron por un buen rato abrazados. Carraspeé para que se separan.

-Bueno ¿dónde dejo las maletas?

-Déjalos en mi habitación -dijo-. ¿Te acuerdas a donde estaba?

-No.

Zack cogió las dos maletas.

-Mejor cojo esto, es muy pesado para ti.

-Sigues siendo igual de caballeroso -sonrió.

Subieron las escaleras y llevó las maletas en su habitación.

P.O.V Zack

Ya había subido las maletas hasta mi habitación.

-Uff, por fin -dije quitandome el sudor de mi frente-. ¿Qué tienes en la maleta? ¿Piedras?

-No tonto. Sólo están mis ropas.

-¿Tanta ropa has traído?

-Si, lo siento -dijo sacando la lengua.

Sonreí. Aún seguía igual de linda.

-Muchísimas gracias Zack -volvió a sonreír.

-De nada -murmuré yendome de la habitación.

-Espera Zack -me detuve-. Puedo dormir en tu cama. Mi bebé y yo necesitamos descansar después del viaje que hemos tenido.

Asentí con la cabeza. Salí de la habitación y me dirigí hacia mi novia. Estaba sentada en el sofá con los brazos cruzados.

-Lo siento mucho por la tardanza.

-No pasa nada -respondió ella un poco enojada.

-Rebe, se que estas enfadada después de lo que pasado. Lo siento mucho, no sabia que iba a volver.

-Tranquilo, no estoy enojada -hizo una sonrisa falsa-. Mejor veamos una película.

-¿Segura que estás bien? -fruncí el ceño.