Enamorada De Un Acosador

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Salí del campus. Respiré hondo, sentir el aire fresco me hizo sentir bien. Caminaba hacia la cafetería, necesitaba alimentarme, cuando llegué, busqué a Keila con la mirada pero no lo encontraba. Caminé hacia la caja, queria dos croissants. Cuando me dieron los croissants, me senté y empecé a comer. Envié dos mensajes a William, para saber si aún seguía enfadado.
Terminé de desayunar y salí de la cafetería. Ahora iba de camino hacia  campus. Caminaba pero una mano me detuvo.

-¿Has desayunado bien? -era Zack.

-¿Qué estás haciendo aquí?

-Me dejaste en visto -dijo-. Necesito hablar contigo de algo muy importante.

-Bueno aquí estoy. Que sea rápido lo que me tengas que decir.

-Andas de mal humor.

-Si, ando de mal humor por tu culpa. En este momento no te quiero ver.

-Vale señora, mejor nos vamos al campus.

Solté un suspiro. Zack me llevó a la zona de verde del campus, donde sólo hay árboles y silencio. Nos sentamos en el pasto.

-Ya estamos aquí -dije-. ¿Qué quieres?

-Estas embarazada de seis meses ¿no?

-Si, dentro de dos días será siete meses. ¿Pasa algo?

-Rebecca... los números no me cuadran.

-No entiendo lo que intentas decir -fruncí el ceño.

-Me fui a Inglaterra hace 7 meses. Si estás embarazada de seis meses casi siete meses, entonces William te embarazó hace unos días después de que hubiera ido.

Me quedé con los ojos platos.

-Si, ¿algún problema?

-Me dijiste que le aceptastes ser su  novia después de dos meses cuando me fui. Entonces llevas 5 meses de relación con él.
Pero ¿como puedes estar 7 meses de embarazo?

Mi corazón empezó a acelerar.

-Estaba embarazada cuando estaba contigo -solté-. Estuve con William mientras estaba contigo.

Zack alzó una ceja.

-Tú nunca harías eso.

-¿Por qué no? Te recuerdo que tu también me engañastes -dije. Zack rodó los ojos cansado. Su expresión cambió de feliz a serio-. ¿Qué pasa?

-¿Piensas que soy estúpido?

-¿Qué? No te entiendo.

-Venga, ya no hagas como no supieras de lo que hablo. Eres un poco tonta si crees que me creo todo eso de que William es el padre del bebé.

-Zack...

-Sé que ese bebé que está dentro de ti, es mi hijo -dijo con un tono bajo-. ¿Por qué no me lo has dicho?

Me quedé pasmada, él lo sabía, sabía que iba a ver padre. Ya no se me ocurría ninguna mentira.

-Lo siento Zack, pero lo tenía que hacer. Sufrí demasiado con lo que me hiciste. No quería que lo supieras después de todo lo que pasó hace siete meses -las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos, él se acercó un poco más y empezó a acariciar mi mejilla pero me alejé de él-. Lo que me dolió saber es que jugaste con mis sentimientos. Te amé de verdad y tu solo jugaste.

Zack me miró por un buen rato, en sus ojos había algo de chispa.

-Rebe, sé que te hice mucho daño pero tengo derecho de saber que tengo un hijo. El bebé no tiene la culpa de lo pasó entre nosotros.

-Tienes razón, pero eso no quiere decir que William no es el padre, porque él siempre lo será.

-Claro, William es su padre pero yo soy su padre biológico.

-Igualmente, el sigue sieno el padre, él estuvo conmigo en todos estos meses, mientras que tu te divertias en Inglaterra.

-Tú no lo entiendes. Me encantaría decir lo que pasó de verdad pero no puedo -susurró-. Rebecca yo siempre te he amado y aún te sigo amando.

Nos miramos a los ojos, los suyos brillaban. Ya no sabía si estaba mintiendo o sí decía la verdad.

-Rebecca creo que...

-Creo que hemos terminado de hablar -dije intentando levantarme pero Zack me ayudó.

Después de ayudarme a levantar, agarró mi cintuta y se acercó hacia mi, estábamos muy juntos. Él me miraba con una sonrisa, parecía estar muy alegre de saber que iba a ser padre.

-Aún sigo sin creerme que voy a ser padre -empezó a tocar mi barriga-. Vamos a tener un hijo.

-Bueno... Dos hijas.

-¿Dos? -se separó un poco.

-Vamos a tener gemelas.

-Wow, ¿enserio? -dije con su hermosa sonrisa.

-Si -respondí.

Me dio un beso en la mejilla. Me enrojecí después de su beso.

-¿Quieres que te acompañe hasta tu habitación?

-No gracias.

Nos habíamos despedido después de entrar en el edifico. Cuando iba subiendo las escaleras, escuché cómo alguien me llamaba. Me di la vuelta y vi que era Keila.

-Hola Keila, te envié como 5 mensajes pero no me respondías.

-Lo siento, no me encontraba muy bien. Creo que ayer me pasé en beber demasiado tequila -dijo-. Oye ¿quien era el chico con quien hablabas ?

-Mi ex.

-Es muy guapo -dijo con una sonrisa pícara-. Me lo tienes que presentar, lo quiero conocer.

-Vale -dije riendo.

-Bueno, me tengo que ir, después hablamos.

-Okey.

Subí a la puerta de la habitación, cuando abrí la puerta y me sorprendí al no ver que William aun no había llegado. Me acerqué hacia la cama y me senté, me quedé owns ando en Zack. No sé porque pero el beso me hizo sentir como si tuviera mariposas en el estomago y esta vez no eran las enanas.