128

11.8K 631 618
                                        

Nunca pensé que acabaría aceptando  ir a pasear con Zack. Me doy de cuenta que soy una chica muy fácil de llevar. Mientras caminábamos, sentía miradas.

-Creo que no fue muy buena idea salir.

-Lo dices por tu barriga

-Si -murmuré.

-Ahora no puedes cambiar de opinión -dijo-. Te voy a llevar en tu lugar favorito.

-¿Como sabes que...?

-Te conozco muy bien Rebe -sonrió.

Zack si que me conocía, mi lugar favorita es la playa. Me encantaba el sonido de las olas también me tranquilizaban demasiado.

-Ya hemos llegado -dijo Zack.

Zack me tomó la mano, ahora sentía mucho más cómoda. La playa era hermoso, sentía el aire pasar en mi rostro.

Empezamos a caminar por un rato, después Zack me acercó hacia el mar. Una ola se acercaba hacia mí y me mojé todo mi cuerpo. Zack se reía al verme mojada. Estaba enojada pero a la vez contenta. Por un momento nos sentamos en la arena. Desde donde estábamos, el paisaje se veía hermoso.

-Me he divertido mucho -sonrió él.

-Yo también.

-Necesitamos hacer esto a menudo.

-Es mejor que no.

-¿Por qué?

-Porque no quiero, siento que esta mal hacer esto.

-No entiendo, ni siquiera hemos hecho nada malo -dijo.

-Vale -suspiró.

-Rebecca.

-Dime.

-¿Me odias? -preguntó con un tono bajo.

Me quedé en silencio porque ya no sabía como responder en eso.

-A qué viene esa pregunta.

-No sé, después de todo lo que te hice -soltó un suspiro-. Quiero sabes si aún me sigues odiando.

-Zack...

-Rebecca tú solo dí si o no. No cuesta mucho -dijo-. No pasa nada si me odias, lo entiendo. Lo merezco.

-No -respondí.

-¿Enserio? -afirmé con la cabeza.

-Lo intento pero me cuesta mucho -dije.

Me miró un rato y después sonrió.

-Eso no quiere decir que haya olvidado todo lo que me hiciste. Eso me dolió mucho.

-Lo sé -murmuró.

-Creo que hemos estado mucho tiempo en la playa.

-Tienes razón -se levantó-. Tengo una idea.

¿Una idea de Zack Smith? ¿Debería de estar asustada?

-¿Cómo que una idea?

-Tú solo sígueme.

-Vale -fruncí el ceño.

Zack me ayudó a levantar, después  empezamos a caminar. No sabía a dónde iba, solo le seguía.
Fruncí aún más el ceño cuando vi que llegamos a su casa. Zack abrió la puerta con las llaves.

-¿Por qué estamos en tu casa?

-Tengo que decir a mi madre que estas embarazada.

-No sé lo has dicho.

Enamorada De Un AcosadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora