Enamorada De Un Acosador

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Me despedí de Zack por Whatsapp, el timbre sonó y fui a la clase que me tocaba. Me senté en mi asiento y empecé a sacar las cosas. Cuando sacaba los libros, pensaba lo que me acabó de decir Zack en el recreo. Si Sabrina no estaba enfadado, entonces ¿por qué no quería hablar conmigo? Un movimiento a mi lado sacó de mis pensamientos y una chica se sentó a mi lado. Era Eclipse y me miró con una cara de pocos amigos. Suspiré mientras sacaba las cosas.

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La clases pasaron super rápido. Salí del colegio y miré mi móvil. Sabrina me había escrito un mensaje para que viniera a su casa. Fruncí el ceño. Apagué mi móvil y fui directamente a su casa.
Llegué a la puerta de su casa y toqué el timbré. Ella abrió la puerta y enseguida me abrazó. Me quedé confundida.

-¡Amiga! Cuanto tiempo

-Creía que no querías hablar conmigo.

-Antes pero ahora si -sonrió-. Venga, entra.

Asentí con un suspiró y entré. Dejé la mochila en el sofá y nos fuimos al comedor. Una vez dentro, nos sentamos y Sabrina empezó a contarme sus novedades. Aun seguía confundida, se veía alegre. Hace horas estaba enojada conmigo.

El tiempo pasó volando. Eran las seis, ya tenía que volver a casa. Me despedí de mi amiga y fui a mi casa. Llegué, abrí la puerta y subí las escaleras. Entré en mi habitación y tiré las cosas encima de la cama antes de recogerme el pelo. Me miré en espejo acabando de hacerme la coleta. Me tumbé en la cama mirando hacia el techo y unos minutos después me quedé dormida.
Pasarón dos horas. Cuando abrí los ojos lentamente, me encontré con la cara de Zack mirándome con curiosidad.

-¡Zack! -me estremecí.

-Hola amor, ya te has despertado.

-Me has asustado. ¿Cuando has entrado?

-Hace una hora -cogió mi mano y lo acarició con sus dedos.

-No vuelvas a hacer esto.

-Sabes que me encanta verte mientras duermes.

-No me importa Zack.

-Tampoco te iba violar -me guiñó el ojo.

-Das miedo.

-Oh, gracias -me abrazó.

-No era un halago tonto.

Se levantó y escaneó mi habitación. Lo miré frunciendo el ceño. ¿Por qué miraba tanto mi habitación? Tampoco era la primera vez que entró en la habitación. No había nada interesante, a diferencia de la habitación de Zack y la mía era aburrida. Todo estaba desordenado por la culpa de mis hermanos. Después de escanear mi habitación, sentó al lado mio.

-¿Por qué mirabas tanto mi habitación?

-Nada, solo buscaba si tenias algo interesante.

-¿Para qué?

-Mañana es el cumpleaños de mi madre -suspiró.

-¡Qué bien! -dije sorprendida-. ¿¡Qué le vas a regalar!?

-No lo se.

-¿Cómo que no lo sabes?

-No lo se Rebe -respondió.

-¿¡Qué clase de hijo eres tu!?

-El que ha conseguido.

-Si quieres te ayudo -le agarré de la muñeca-. Mañana iremos de compras para comprar algo a tu madre.

-Espera, espera, para el carro -me miró con disgusto-. Ni loco voy a ir de compras.

-¿Por qué? Tampoco estaremos un año comprando.

-¿Porque te interesa comprarle un regalo a mi madre?

-Porque me cae muy bien -sonreí-. Zack, no seas así.

-Me da igual, no voy a ir a ningún sitio -negó enseguida.

-Venga Zack -supliqué-. Porfis.

-Está bien -respondió cansado.

-Mañana a las doce te quiero ver en la puerta de mi casa.

-¿Tan pronto? -suspiró quejándose.

-Si Zack, tenemos que elegir el regalo rápido. Por eso hay que ir temprano -dije-. Que no se te olvide.

-Si, si -rodó los ojos.

-Zack -alcé una ceja-. Es una obligación.

-Si señora -sonrió.