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P.O.V Sabrina

-¡¡Rebecca, abre la maldita puerta!! -grité dando portazos.

-Tu amiga es algo bromista -oí una voz muy conocida a mi espalda y me giré.

-¿¡Aaron!? -me sorprendí al verlo.

Volví a girar la puerta intentando abrirla pero era imposible, estaba cerrada con llaves. Estaba encerrada con el tímido de la clase.
Me senté al lado de la puerta, mientras Aaron estaba apoyado sobre la pared contraria. Estaba muy enrojecido.

-Tranquilo, no muerdo -dije.

-Ya lo se -respondió él nervioso.

-¿Y por qué estas tan alejado de mi? -alcé una ceja.

-Por...Por...Porque si -se sentó en la cama.

Me levanté y empecé a dar vueltas por toda la habitación. Mientras Aaron seguía mis movimientos con su mirada.

-¿Por qué no te sientas?

-¿Porque no te callas? -dije desesperada-. Quiero salir de aquí.

********

Pasaron media hora, para mi pasaron como dos siglos, estaba sentada al lado de la puerta. Aaron se levantó y se sentó al lado mía.

-¿Quieres jugar algo? -sonrió.

-No -respondí con un tono borde.

-Venga Sabrina -suplicó él.

-No quiero jugar Aaron, no seas pesado.

Se levantó y se dirigió hacia una mesilla de noche. Cogió un juego de mesa.

-¿Jugamos al monopoly?

-Te dije que no quería jugar contigo -gruñí.

-Vale -bajó la mirada triste.

-Aggh, trae el juego -suspiré cansada. Él asintió con la cabeza

Cogió dos almohadas y lo puso sobre el suelo. Sacó las cartas y lo dejó a un lado, para luego empezar a jugar.

*********
Estábamos a la mitad de la partida, Aaron estaba en la cárcel y yo ya era millonaria. Unos minutos después, gané la partida.

-Eres muy buena.

-Soy la mejor en los juegos de mesa -dije con una sonrisa arrogante.

-¿Qué soy para ti? -preguntó de repente.

Fruncí el ceño confundida.

-¿A qué viene esa pregunta?

-Olvídalo -bajo la mirada al tablero.

Se veía inseguro, como si esperará mi respuesta con impaciencia.

-Eres mi compañero -respondí con sinceridad.

No sabía que quería él que fuéramos. Aaron era una persona muy tímido y rarito. Siempre en el recreo se quedaba mirándonos atentamente. ¿Y si estuviera enamorada de Rebecca?

-Oye Aaron ¿te gusta mi amiga? -pregunté.

-No -negó en seguida.

-Si que te gusta -dije-. Lo siento pero tiene novio.

-¡Qué no me gusta Rebecca!

-Entonces ¿por qué en los recreos te quedas mirándonos?

-Bueno... yo -desvió la mirada.

-Te estas poniendo nervioso, eso significa que te gusta mi amiga -dije con una mirada pícara.

-¡¡Aggh no!! ¡¡Me gustas tú!! -exclamó harto y enseguida tapó su boca con la mano.

Me quedé asombrada. ¿Aaron? ¿Enamorado de mi?

-¿Te gusto?

-Olvida lo que te dije ¿vale? -dijo nervioso.

-No -respondí enojada-. ¿¡Rebecca sabe que te gusto!?

-No lo sabe -estaba claro que estaba mintiendo.

-¡¡Mentira!! Ahora todo tiene sentido -me llevé la mano en la cabeza-. Por ese motivo me encerró aquí contigo. ¡¡Sabías que todo esto estaba planeado!!

-Sí, lo sabía pero... no lo quería hacer.

-Si que lo querías, por eso no dijiste nada.

-Lo siento mucho -se disculpó.

-Aaron, lo que te voy a decir te va ha doler un poco -dije-. Te enamoraste de la persona equivocada.

-¿Por qué?

-Somos completamente diferentes. A ti te gusta el silencio, a mi me gusta el ruido. No pegamos para nada.

-Eso es lo que menos importa Sabri -se acercó lentamente hacia mi-. Si me dejas entrar en tu corazón, sabrás que soy el hombre de tus sueños.

-Primero, no me llames Sabri y segundo, no eres el hombre de mi sueños -le di un pequeño empujón.

-Por ti puedo ser divertido o amable -dijo con un tono triste.

-Lo siento mucho, estoy enamorada de otro chico -respondí.

-¿Cómo?

-Tengo a otro hombre en mi corazón. Lo siento mucho Aaron, no quise herirte tus sentimientos.

-No pasa nada -dijo con los ojos llorosos-. ¿Podemos ser amigos?

-No, ni amigos ni nada -solté.

-Vale -murmuró y se sentó en la cama.

Sentía mucha lastima. No era mi culpa de que se había enamorado de la persona equivocada. Aunque intentará conquistarme, sería una perdida de tiempo. Mi corazón ya estaba ocupado por otro hombre.

Enamorada De Un AcosadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora