Cuando Rebecca comienza a ser acosada por whatsapp, el miedo invade su vida. Su único objetivo es descubrir quien es su acosador. Pero a medida que los acosos comienzan a intensificarse, Rebecca se da cuenta de que en su interior comienzan a alberga...
Después de todo lo que había pasado, estaba mucho mejor, había recuperado, la marca del moreton se desapereció. Álvaro se olvidó decir a Héctor lo del moreton.
El despertador sonó y me quejé infantilmente. Estiré mis brazos y conseguí apagar el horrible sonido. Abrí los ojos, miré hacia al lado, William dormía como un angelito. Se veía tan mono. Me levanté de la cama, me acerqué a la cama de William y le empecé a mover.
-Will, despierta -dije moviéndole más fuerte-. Levántate o sino llegaremos tarde.
-Ya voy, ya voy -susurró.
-Venga, dormilón. Despierta -esta vez se despertó.
-Joder, estaba en la mejor parte de mi sueño -bostezo.
-¿Qué soñabas?
-Nada interesante.
-Lo que tu digas -sonreí-. Iré al baño rápido para que entres tú.
-Vale.
Fui al baño y me metí en la ducha. Cuando terminé, salí y me vestí en el baño.
-El baño está disponible para usted -dije con voz ronca, imitando a un hombre-. Me voy en la cafetería.
Salí de la habitación. Me dirigí a la cafetería. Vi a Brenda y Keila en una mesa desayunandose. Keila era otra de mis amigas que también había conocido en la universidad
-¡Hey Rebecca! ¡Ven, siéntate aquí! - dijo Brenda haciéndome una seña para que me sentara junto a ellas.
Me acerqué hacia donde estaban.
-Hola chicas -dije sentandome en frente de ellas dos.
-Rebe ¿supiste? -preguntó ella muy emocionada.
-¿Qué pasa?
-¡Hoy vendrá un nuevo profesor y nos dará las clases de mates! -sonrió.
-Vale ¿y por qué tan emocionada?
-Dicen que es bastante hermoso, escuché por ahí que dicen que tiene 30 años.
-Demasiado mayor para mi gusto -dije.
-Me da igual. Si es guapo, es para mi -mordió el labio.
-Que asco -dije haciendo una mueca-. Me voy, nos vemos en el recreo -dije caminando hacia la salida de la cafetería.
Cuando llegué a la aula de física, me senté en mi asiento. Minutos después, entró la zorra de Sabrina, solo por mirarla me daba ganas de vomitar.
******* Ya se había terminado la clase de física, cuando salí de la clase, busqué con la mirada a William pero no lo encontraba por ninguna parte. Caminé por el pasillo y fui hacia mi taquilla para dejar los libros. Pocos después, una voz a mis espaldas me asustó.
-¿Me buscabas?
-William -me di la vuelta-. ¿Dónde estabas?
-Lo siento, tenía un asunto con mi profesor de geología.
-¿Quieres que salgamos a fuera ha pasear? No se, me aburro.
-Claro -sonrió.
-Vale, espera que deje estos libros.
Dejé todo los libros de física y salimos de la universidad. Primero nos fuimos en una heladería y compramos dos helados. En todo el camino, William me hacía cosquillas y por su culpa se me calló mi helado. Me compró otra como disculpas. Caminamos por un mini parque, con juego de niños, bancos y una fuente.
-¡Mierda! -dijo con cara de dolor.
-¿Qué pasa?
-Algo me ha picado en el pie -dijo cogiendo su pie y aumentando su cara de dolor.
Me acerqué algo dudosa y cuando estaba llegando al borde, William soltó su pie y me cogió de la mano rápidamente. Me empujó haciendo que perdiera el equilibrio y cayendo a la fuente. Oí sus risas, salí de la superficie dando gracias de que la fuente no era tan profunda.
-¿¡Por qué has hecho eso!? -le grité mientras se reía-. No te rías.
-Pensé que te apetecería un buen baño
Salí del baño, el agua estaba congelada. Se dio de cuenta que me estaba congelando y se quitó la chaqueta.
-Ponte esto -lo cogí y me la puse.
-Gracias -dije riendo-. ¿Nos vamos ya?
-Vale.
Empecemos a andar, hablando de estupideces hasta que vi a Catherine saliendo de una tienda. Me vio y me giré rápidamente yendo por el otro camino.