72

15.3K 758 207
                                        

Me quedé con la boca abierta. En seguida me acerqué hacia Zack.

-Es... Es tu madre.

-Si, la zorra esa es mi madre.

-Lo siento mucho Zack, no sabía...

-No te acérques.

-No sabía que la chica de la foto era tu madre -dije arrepentida -. No quería ofenderte.

-Me lo acabas de hacer -dijo a dolorido-. Vete de mi casa por favor.

-¿Me estas echando?

-Si, después de lo que acabas de decir. Quiero estar solo.

-Perdóname -no respondió.

Abrió la puerta sin dirigirme la palabra mientas me fulminaba con la mirada. Aparte de que estaba enojado, también estaba dolido. Me acerqué para darle un beso pero el lo rechazó. Después me despedí de él. Mientras caminaba, seguía pensando en Zack. Aún no podría creer que había insultado a su madre. Fui una tonta, nada de esto pasaría si no hubiera abierto el libro.
Llegué a mi casa y abrí la puerta con las llaves.

-¿¡Donde estabas!? -gritó mi hermano-. ¡Saliste de casa sin mi permiso!

Lo ignoré, simplemente no quería hablar con nadie. Subí las escaleras, entré dentro de mi habitación y cerré la puerta con fuerza. Me quité los zapatos y me acurruqué como una bola. Me quedé un rato acurrucado. Quería arreglar esto, pero sería muy complicado.
Escuché a Héctor abrir la puerta.

-¿¡Por qué me ignoraste cuando te hablaba!? -dijo Héctor al entrar la habitación.

-Déjame en paz -murmuré-. No quiero hablar con nadie.

-¿Qué pasa? ¿Estas en tu periodo?

-No, estúpido.

-Entonces ¿qué te pasa?

Me levanté y lo miré con tristeza.

-Zack se ha enfadado conmigo.

-¿Qué has hecho? -suspiró.

-Abrí un libro suyo, después, vi la foto de una chica bastante guapa. Pensaba que me estaba engañando pero no, la foto de la chica era su madre biológica.

-Y dijiste palabrotas sin saber que eres su madre.

-¿Como lo sabes?

-Te conozco muy bien Rebecca -dijo-. Sabía que Zack era adoptado.

-¿Desde cuando lo sabes?

-Desde hace cuatro años.

-Ahora está enfadado conmigo -gruñí.

-Eso pasa por desconfiar de Zack.

-Yo confío mucho en él.

-¿A sí?

-S-Si -me quedé callada por un rato-. Tienes razón, soy una tonta. Me comportaba como una estúpida celosa.

-Ay, hermanita, hermanita -dijo mientras acariciaba mi pelo.

-Ayudame Héctor.

-¿Yo? -frunció el ceño.

-Si, tú.

-¿Por qué?

-Porque eres mi hermano y también porque eres su amigo.

-Pero si es tu problema no el mio.

-Venga Héctor -supliqué.

-Si anda, no me voy a meter en vuestra problema -dijo quejándose.

Enamorada De Un AcosadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora