Enamorada De Un Acosador

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Me desperté entre los brazos de Zack, no pude evitar de darme la vuelta y tenerlo cara a cara. Se veía tan tierno con esa carita de ángel. Ayer fue tan bonito, no pude creer que había hecho el amor con Zack. Lo miré con una gran sonrisa y lo besé en su labios. Cogí mi móvil que estaba encima de una mesita. Tenía 5 mensajes y 7 llamadas perdidas de William.

-Bueno días Rebe -dijo Zack con los ojos cerrados.

-Buenos días amor -le respondí besando sus labios.

Él puso sus manos en mi cintura, nos besamos con intensidad. Nuestra lenguas buscaban con una hermosa sincronía. Era tan dulce y mágico, me encantó el simple hecho de que con un beso me hacía sentir tan bien.

-Me tengo que vestir -dije escondiendo mi cabeza en el hueco de su cuello.

-Me gusta más que estés desnuda -dijo abrazandome lo más fuerte.

-Tengo que ir a la universidad -sonreí.

-No te vayas, quedate conmigo.

-Yo tampoco quiero irme pero tengo que ir a la universidad.

Con mucho esfuerzo, logré que Zack me dejará salir de la cama. Me vestí y me incliné hasta él, depositando un último beso.

-Adiós amor.

-Adiós Rebe, te amo.

-Y yo a ti estúpido -nos hechamos a reír.

Salí de la habitación y del hotel. Tomé un taxi, le di la dirección del campus. Diez minutos llegué al campus y fui al edificio. Al llegar la puerta de la habitación, lo abrí lentamente y entré a hurtadillas pero...

-¡Rebecca! -me estremecí al escuchar el grito de William.

-Me has asustado.

¿¡Donde estabas!? -gritó William.

-No grites.

-¿¡Como que no grite!? ¿¡Sabes que hora és!? ¡Estuviste toda la noche desaparecida!

-Ya tranquilo -rodé los ojos.

-Estaba muy preocupado, te llamado como 5 veces y no cogiste mis llamadas. Pensaba que algo malo te había pasado.

-Ahora estoy aquí, no te preocupes.

-¿Donde estuviste?

-A ti que te importe, no eres mi padre - me tumbé en mi cama.

-Soy tu amigo y tengo que saber donde estuviste. ¿Te parece normal desapercer en una noche?

-Fui a la casa de mi madre.

-Mentira, llamé a tu hermano, me dijo que no estabas en casa -dijo con los brazos cruzadoa.

William me miraba desconfiado, después se acercó hacia serio.

-¿Por qué tienes marcas en el cuello? -dijo tocado mi cuello.

-No es nada, solo son arañazos.

-Eso no parece arañazos.

-Si lo son, eres bastante pesado.

-¿Te arañas a ti misma?

-Si ¿que pasa?

-¿Desde cuando?

-Desde ahora.

-Esto parece más bien chupetones.

-Will déjame en paz, quiero dormir.

-No hasta que me digas donde estuviste.

-¡A ti que te importa! -grité cansada-. ¡Eres un pesado!

Me levanté de la cama dirigiendo hacia la puerta.

-¿A donde vas?

-A la biblioteca.

-Te acompaño.

-No pesado, quiero ir sola.

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Lo siento por este capitulo cortito, en unas horas subiré otro capitulo. Y otra cosa,OS HABÉIS CREÍDO LA BROMA. 😂😂😂🤣NO VOY A CANCELAR LA HISTORIA.🤣