Enamorada De Un Acosador

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Durante estas semanas, me pasé más rato con Zack. Al final, me quedé con los nombres que Zack habia elegido. Hablé con William por el móvil sobre eso, a él le gustó los nombre pero no estuvo muy contento cuando le dije que lo había eligió Zack.

Según los pronósticos, Hailey y Hannah deberían haber nacido a medidos de agosto. Ya estábamos en agosto y aún no habían nacido.
Mientras tanto, estaba en mi habitación hablando con William por el teléfono.

-¿Cuando volverás?

-Dentro de unos días.

-Espero que vuelvas antes de que nazcan las enanas -dije-. Quiero que estés a mi lado durante el parto.

-Estaré ahí.

-Estas seguro.

-Si -dijo-. No peinso perder el nacimiento de mis hijas. Estaré ahí.

-Eso espero -dije-. Bueno, me tengo que ir, estoy muy cansada.

-Cuídate amor.

-Vale -sonreí.

-Te amo.

-Yo también Will.

-Adiós -colgó la llamada. Dejé el móvil encima de la mesita

De repente, mi estómago sonó, mis enanas estaban ambrientas. No podía dormir con la barriga vacía. Salí de la habitación y baje las escaleras dirigiendome hacia a la cocina en busca de comida. Una vez ahí, cogí una manzana que estaba en un plato y lo empecé a comerlo. Mientras comía la manzana tranquila, escuché el timbre sonar.

-¡Yo abro la puerta! -gritó Héctor desde la habitación.

Bajó las escaleras, se dirigió hacia la puerta y lo abrió.

-¿Qué haces tú aquí? -preguntó Héctor.

-Vengo a ver a Rebecca -fruncí el ceño al escuchar la voz de Zack.

Salí de la cocina y me dirigí hacia mi hermano para ver quien era.

-No puedes verla.

-¿Por qué?

-Porque lo digo yo -respondió-. ¿No estabas en Inglaterra?

-¿No puedo estar aquí?

-No, es mejor que vuelvas, no te quiero ver aquí.

-¿Qué pasa? -intervine a la conversación.

-Rebecca, traeme el cuchillo que le voy a cortar los huevos a este imbécil.

-Rebecca, di a tu hermano que no me corte los huevos.

-Hector, no te voy traer nada, pasa Zack.

-¿Como le dejas entrar después de todo lo que te hizo?

-Héctor cállate.

Él me miró de mala mirada.

-Tienes suerte de que ella este aquí, porque si no, ya estarías muerto -dijo.