Caminé hacia mi casa, no quería ir a la universidad, no quería ver a la zorra de Sabrina. Cuando llegué, toqué muchas veces la puerta. Héctor me abrió y entré rápidamente para que no viera mi cara. Subí las escaleras a la habitación, cerré la puerta con un toda mi fuerza y tumbé a la cama mientras lloraba con todo mis fuerzas.
-¿Qué haces aquí? -preguntó Héctor al entrar-. Deberías de estar en la universidad.
-Déjame, quiero estar sola -dije mientras tapaba mi cara con la almohada.
-¿Estas bien? -dijo acercándose hacia mi.
-Si.
-Entonces ¿por qué estas llorando?
-Me pican los ojos.
-Rebecca no me mientas. ¿Te han hecho algo malo en la universidad?
No hubo respuesta de mi parte. Era como si hubiera olvidado de hablar.
-No me gusta que llores. ¿Qué te pasa?
No pude aguantar más, se lo tenía que decir a alguien.
-Me ha-a engañado.
-¿Quién?
-Zack -respondí.
-¿¡Qué!? -se quedó alucinado.
-Nunca me amo, solo me uso como un trapo -lloraba mientras tapaba con un mechón de mi pelo el moreton. No quería que Héctor descubiera el moreton.
-¿¡Ese imbécil se ha aprovechaba de ti!? -alzó la voz-. ¿¡Qué se cree ese!? ¡Yo le mato!
-Déjale, no vale la pena.
-¡Me da igual! ¡Yo le mato!
-Héctor, por favor. No lo hagas nada -rogé.
No respondió y después me abrazó. Sinceramente necesitaba el abrazo de mi hermano mayor, me sentía mejor.
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P.O.V. Héctor
Pasaron cuatro dias, después de la infidelidad de Zack, Rebecca se encerró en su habitación, no había ido a la universidad durante estos días. No volvió a salir ni nos dirigía la palabra cuando le pedíamos que comiera. Sollozaba todas las noches. Mis padres ya no sabían que hacer para que saliera, sufrían por ver a su hija infeliz y yo también. Ya no es la de antes y todo por Zack.
Confiaba en él, pensaba que cuidaría de Rebecca como un tesoro pero él le hizo la peor canallada. Estúpido Zack. Salí de mi casa para tomar el aire, cuando caminaba por las calles oscuras, vi a Zack sentado en un banco con la mirada baja. Tomé impulso y le solté un gran golpe en la nariz.
-¡Imbécil! ¡Quien eres para jugar los sentimientos de mi hermana!
Continué dándole puñetazos hasta que la sangre empezó a brotar bruscamente de su nariz y de su boca. Me detuve cuando vi que la sangre de su boca manchaba su ropa. Mi mano ardía, lo había golpeado muy fuerte. Aún así, ninguno hicimos mueca de dolor. Zack estaba en el suelo mientras quitaba la sangre de su boca.
-¡Eres una mierda, confié en ti! ¡Heriste los sentimientos de mi hermana!
-Me alegro de haberlo hecho -dijo con una sonrisa arrogante.
Me ardía la sangre al ver su arrogante sonrisa, agarré el cuello de su camisa muy fuerte.
-¡Eres una mierda! ¡No mereces vivir, imbécil!
-Llámame todo lo que tu quieras, eso no va a cambiar mi comportamiento. Por fin logré acostarme con ella -dijo-. Pegame todo lo que tu quieras, tu hermana perdió la virginidad con un mujeriego.
-Imbécil -le solté-. Me das asco. No me hables en tu miseria vida.
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Enamorada De Un Acosador
Historia CortaCuando Rebecca comienza a ser acosada por whatsapp, el miedo invade su vida. Su único objetivo es descubrir quien es su acosador. Pero a medida que los acosos comienzan a intensificarse, Rebecca se da cuenta de que en su interior comienzan a alberga...