14. El diricawl

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Alice colocó su bandolera encima de la mesa. Una vez abierta, introdujo ambas manos en ella y sacó un objeto de madera. Era una pipa.

Sam soltó una carcajada sorda.

- No te pega nada, Alice. Eso de incitarnos a fumar cuando la mayoría de estos son todavía menores de edad... – Ian le dio un codazo. – Tú no los cumples hasta diciembre. – le dijo. - Así que no vuelvas a darme...

- No vamos a fumar. – declaró Adela, poniéndose un paso por delante de Alice y mirándola con recelo. – Este es el medio con el que nos comunicaremos con Blake.

Antes de que la Décima volviera para resguardarse del frío en el Castillo, habían acordado en reunirse en el aula de Runas Antiguas al día siguiente con el fin de las clases. Todos habían estado de acuerdo, pero Mina había insistido en llevarse Historias de Hogwarts para írselo leyendo. Después de Mina, el volumen pasaría a manos de Adela y Lucas; y finalmente volvería a Megan, que podría estudiarlo de nuevo con la ayuda de Ian y Sam, ahora dispuestos a colaborar. Con respecto a Tim, el muchacho había dicho que podría echarle un ojo mientras estuviera en posesión de Mina. Le explicó que él había tenido tiempo de leerlo antes de lo sucedido en las cañerías, que había sido quién había ayudado a Megan cuando sus amigos no le habían querido ayudar. Aunque confesó que por aquel entonces no sabía de la verdadera importancia del libro.

Alice, en el aula de Runas, siguió sin decir nada, rebuscando de nuevo dentro de su bandolera. Finalmente sacó un pequeño tarro con una sustancia plateada.

- Esto es polvo hecho con la pluma de un diricawl. – dijo al fin. – Para quién no haya estudiado Cuidado de Criaturas Mágicas, se trata de un ave que posee la capacidad de desaparecer en un estallido de plumas y volver a aparecer en otro lugar. Los muggles los han llamado dodos durante mucho tiempo, pero al no saber de su habilidad de aparición, creyeron que se habían extinguido. – abrió el tarro con cuidado. – Lo echaremos en la pipa, y cuando hayamos soplado (que no aspirado), teóricamente podremos comunicarnos con Blake...

Interrumpió su discurso cuando Mina se situó a su lado, y cogió el tarrito. Adela intentó obligarla a devolvérselo, pero Alice la detuvo. Esto permitió a Mina que lo pudiera analizar con minuciosidad.

- Supongo – dijo después de olerlo. – que Blake eligió esta sustancia para poder aparecerse, aunque sea de forma efímera y no total. Con el polvo soplado.

Alice pestañeó varias veces y luego miró a Adela confundida. Su amiga parecía igual de desconcertada que ella. Sam volvió a soltar una carcajada sorda.

- Os ha dado instrucciones para comunicaros con él, pero no os ha explicado cómo será cuando contactéis con él.

- Comunicarnos y contactemos. – le corrigió Lucas. Descruzándose de brazos, señaló al grupo. – Hemos venido para establecer un contacto todos con él. Te recuerdo que accediste a formar parte de esto, Sam.

- Además, ahora ya sabemos qué ocurrirá. – añadió Megan mientras Mina, que se había adueñado también de la pipa, introducía el polvo en ella. – Aunque es verdad que para la próxima vez tendremos que exigirle que nos dé más detalles. Por mucho que creáis en él, no se debe confiar ciegamente en nadie. – Tim le miró con tristeza y Megan tuvo que agachar la cabeza.

"Danny".

- ¿Quién quiere soplar? – preguntó Alice una vez el polvo estuvo bien colocado en la pipa. Hizo un gesto de agradecimiento a Mina con la cabeza. Lo cierto es que no tenía mucho conocimiento sobre el funcionamiento de una pipa.

- ¿Pero no hay que encenderla? – preguntó Tim.

- Blake dijo que no hacía falta. – respondió Adela. – Ya hemos dicho que nadie va a aspirar, solo hay que soplar.

Historias de Hogwarts III: la ResistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora