La Biblioteca estaba atestada de alumnos. Tanto, que la misma Adela se sorprendió mientras buscaba entre las mesas. No quedaban huecos libres y montañas de libros se agrupaban en frente de cada uno de los estudiantes que ocupaban la Biblioteca. Echó un vistazo a los materiales de un chico de Hufflepuff que le sonaba de su curso. Era un modelo de test teórico... ¡Exámenes! Adela dio un salto hacia atrás repentinamente preocupada. Pero todavía estaba terminando febrero y faltaban cuatro meses para los finales, ¿por qué estaban empezando a prepararlos ya? Sacudió la cabeza y volvió a su cometido. Ya tendría tiempo de averiguar que hacía allí toda esa gente.
- Oye, ¿has visto a Mina? - No era exactamente a quién estaba buscando, pero se conformó con encontrarlo a él.
Tim Robbins sacó la cabeza del interior de un pesado libro. Adela lo cogió para comprobar si se trataba del que estaba buscando, pero el chico se lo quitó antes de que pudiera leer su título.
- ¿Qué quieres, Adela? – preguntó de mala forma. – ¿No ves que estoy ocupado?
- Vale, vale, ¿pero la has visto?
- Estará por ahí. Estudiando – añadió señalando la pila de libros. Luego volvió a lo suyo y no le hizo más caso.
Adela le miró con fastidio y luego se giró para salir de allí.
- ¡Cuidado!
Un montó papeles salieron volando por los aires. Cayeron all suelo como las hojas de los árboles de Hogwarts en otoño.
- Uf, lo siento. – se disculpó mientras se agachaba.
- ¡Shhhhhhhh!
Varias personas volvieron la cabeza y la miraron con resentimiento, pero Adela estaba ocupada recogiendo unas pruebas de examen del suelo. Mina Miller las metía en su bandolera impacientada. Debía de haberlas guardado antes de ponerse en pie, pero quería terminar de repasar un par de ejercicios de los que no estaba muy segura. Si al menos hubiera guardado los otros papeles...
- Mina, un momento. – le llamó Adela cuando echó a andar hacia la puerta. La chica de Ravenclaw era consciente de que muchos de los que allí estaban les observaban con molestia. No les faltaba razón y por eso hizo un gesto a Adela para que le siguiera y pudieran hablar tranquilamente en los pasillos.
- Dime. – preguntó forzando una sonrisa. Tenía prisas y no contaba con tiempo suficiente para entretenerse con ella, aunque fuese la hermana de Alex. Adela arrugó el ceño y Mina dejó de fingir la sonrisa. No se le daba bien ese tipo de cosas.
- Así mejor. – dijo Adela sin ningún tipo de reparo. – Pareces un robot cuando haces eso...
- Tengo que hacer muchas cosas, ¿qué pasa? – preguntó cortante.
Volvió a mirarla ceñuda.
- ¿Dónde tienes el libro? ¿En tu habitación?
Mina suspiró.
- ¿Qué libro? – tenía muchos libros en su dormitorio. Y en la sala común. Y apartados en la recepción de la Biblioteca porque no estaba permitido sacarlos de allí...
- Historias de Hogwarts. – le explicó. – Llevas más de una semana con él y yo también...
- Ya no lo tengo. – se recolocó el asa de la bandolera y empezó a andar. Adela la siguió contrariada. – Alistair me espera en clase para corregirme los modelos de exámenes que has tirado hace un momento.
- ¡Pero si es sábado! ¿qué os pasa a todo el mundo? – preguntó exasperada cuando Mina aligeró el paso. Adela se detuvo en seco y pegó una patada al suelo antes de volver a la torre de Gryffindor malhumorada.
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Historias de Hogwarts III: la Resistencia
FanficEl desenlace de la Décima y la Resistencia, ¿quienes son los buenos? ¿realmente existen los malos? Los cambios no se han producido únicamente en Hogwarts y nuestros jóvenes protagonistas empiezan a comprender lo real de la situación.