30. Confianza

12 3 0
                                    

Mientras tanto, de nuevo en Hogwarts:

Sam no podía creérselo y tuvo que tocarlo varias veces para asegurarse de que era real. Megan no había sido capaz de soltar el brazo de Ian, mirando al resucitado con desconfianza. Tim había vuelto a sentarse, pero sus ojos delataban el mismo desconcierto que el resto. Adela se había puesto a llorar y no era capaz de detener los sollozos. Mina le daba palmaditas en la espalda intentando tranquilizarla.

Cuando Alice abrió los ojos y se encontró con todo aquel panorama a su alrededor, se incorporó con brusquedad. Will, que había terminado sentándose junto a Tim pero sin perderla de vista, se levantó de golpe y trató de acercarse a ella. Ian consiguió liberarse de Megan y se lo impidió.

- Creo que no es buena idea, tío. – le dijo. – Le va a dar un ataque.

Will miró por encima del chico de Slytherin. Mina había conseguido sentar a la desconsolada Adela en la misma banca que Alice.

- Es él... - le decía a la de Ravenclaw. - Mina.... Es- es...

- Lo sé, Adela, lo sé. No llores más, está bien.

- No-no puedo... - y otra vez llanto.

A su lado, Alice giró la cabeza hacia donde se encontraba el chico y al verlo de nuevo, el labio le empezó a temblar otra vez. Parecía aterrorizada. Will se resignó y se sentó en la banca nuevamente. Tim seguía mirándolo sin pestañear. Ian suspiró.

- Desde luego tu vuelta nos ha trastornado. – dijo. – Esto más que un Colegio parece una casa de locos.

Megan y Sam se acercaron, haciendo que Will perdiera de vista a Alice.

- Empieza a hablar. – le exigió Sam, que le tocó con el índice en el hombro asegurándose una última vez. - ¿Cómo es que estás vivo?

- Me sacaron de allí antes de que el sitio se derrumbara por completo. – medio explicó sin mirarlos y moviéndose en la banca. Trataba de volver a captar lo que realmente le interesaba. – Estoy vivo, eso es lo que cuenta.

- No, no. – Megan lo sujetó por los hombros e hizo que le mirara. – Tienes que contárnoslo todo. Y con todo me refiero a...

La Adela llorosa desplazó a la menuda Megan de un empujón para lanzarse a los brazos del chico. Will se sujetó con una de las manos en el pupitre para no caerse de espaldas, pero con la otra abrazó a su amiga. No pudo evitar sonreír a pesar del bufido de Sam y las protestas de Megan.

- No-no eres un fantasma, ¿verdad? – dijo ella.

- ¿Acaso te parezco a uno?

Adela ahogó una risa que más bien pareció un sollozo y volvió a abrazarlo.

- Vale, muy bonito todo. – Sam se cruzó de brazos. – Ahora cuéntanos que ha pasado. Todo el mundo te creía muerto. Tu nombre ha salido en los periódicos y Hogwarts ha estado cerrado meses por tu supuesta muerte. Entre otras muchas cosas, claro.

Will se puso de pie apartando a Adela con delicadeza. La chica había conseguido un pañuelo y se limpiaba la cara, ahora algo más compuesta. Alice seguía en la otra banca con Mina, pero tampoco entonces podía verla pues la chica de Ravenclaw se había inclinado junto a ella hablándole en voz baja. Su melena rubia no le dejaba verla. Will finalmente suspiró, luego tomó una larga bocanada de aire antes de empezar a contar lo que le había ocurrido:

- No fui consciente de cómo y cuándo me sacaron de las cañerías. Cuando me volví a despertar había perdido la noción del tiempo y no sabía muy bien que había pasado. Estaba bastante desorientado. Una elfina – sonrió nostálgicamente al recordar a Minie y sus cuidados. – me estuvo curando la herida...

Historias de Hogwarts III: la ResistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora