Historias de Hogwarts III: la Resistencia

32. Targenia

- ¿Qué es esto? – preguntó Fabie cuando se hubo recuperado de su estupor. No estaba acostumbrada a dejarse llevar por nadie en apariciones. Normalmente era ella quién las dirigía. Al menos cuando estaba con Daniel.

- Yo tampoco lo sé. Te recuerdo que me he limitado a seguir el rastro del pañuelo.

- Pensé que tendrías alguna idea. – respondió malhumorada. No veía nada. Estaba todo totalmente a oscuras. ¿Dónde diablos habían aparecido?

- Creo que veo algo, ¿puedes agarrarte a mi mano?

Fabie tanteó en la oscuridad hasta que dio con el brazo de Jake. Bajó hasta tomar su mano y luego dejó que la guiara. A los pocos segundos descubrió que era ese "algo" del que había hecho alusión. Más adelante y sobre sus cabezas se dibujaba una ranura fina de luz. Parecía salir de debajo de una puerta.

- ¡Vaya! – chito Jake. Fabie sintió su trastabillón. – Hay una escalera. – añadió soltándole de la mano.

La mujer dedujo que se había puesto a tantear los escalones. Instintivamente se pasó los brazos por el hombro y movió los dedos de los pies sobre el suelo de piedra. En aquel sitio hacía mucho frío, a pesar de que no había ninguna corriente de aire.

Fabie dejó escapar un suspiro irónico y luego metió la mano bajo su pijama. No sabía por qué Jake no la había utilizado antes, pero ella no dudó ni un segundo más.

- ¡Lumos!

- ¿Qué haces?

- Conseguir un poco de luz, ¿a ti que te parece?

- ¡Podría ser una trampa! – el rostro de Jake, bajando a toda prisa hasta donde ella se encontraba, fue lo primero que vio. Efectivamente había unas escaleras y una puerta, pero allí abajo solo había enormes trozos de piedra cuadrangulares que decoraban las paredes y el suelo que pisaba. Todas tenían inscripciones y fechas.

- Es una cripta. – dijo en voz baja mientras apuntaba con su varita una de las tumbas. – "María de los Ángeles Gómez". ¿Es español?

Pero Jake había dejado de prestarle atención y también se había puesto a observar las tumbas. Arrugó el ceño mientras rozaba con uno de sus dedos otra tumba: "Fernando del Rocío López". Eran nombres claramente latinos.

- ¿Crees que...? – comenzó Fabie, pero fue incapaz de terminar la frase. Si su hermana estaba enterrada allí...

- No veo su nombre por ninguna parte. – contestó él. Después de mirar en cada uno de los epitafios.

- Entonces... ¿por qué el pañuelo nos ha traído hasta aquí?

Después de haber revisado todas las tumbas por segunda vez, Jake volvió a mirarla. Parecía más tranquilo, como si hubiera descartado aquella idea. Sin embargo, Fabie todavía no sabía muy bien que pensar.

- Subamos y lo averiguaremos.

Subir los escalones fue lo más fácil. Una vez delante de la puerta, fue bastante más complicado poder abrirla. También era de piedra y parecía sellada con magia.

- Alohomora. – susurró Jake, que por fin había sacado su varita.

Al principio no sucedió nada y los dos se miraron extrañados, pero cuando el mago trató de usar un conjuro más potente, la oscura cripta tembló. Fabie pudo sujetarse a Jake a tiempo antes de caer por las escaleras. No duró mucho tiempo, pero por si acaso permanecieron abrazados y pegados contra la puerta unos segundos más.

- Inténtalo ahora. – dijo Fabie separándose de él con lentitud. Jake le sonrió, pero no era momento para eso. Tenía que estar preparada para lo que viniera a continuación.