Dangerously Tangled (#PGP2018)

C - 2

Me doy un baño y visto lo más rápido que puedo y de camino al aeropuerto, pasé por mi vestido y un traje que alquilé para Mauricio, ya es hora, al llegar al estacionamiento del aeropuerto, baje casi saltando con la intención de volar hacia dentro del aeropuerto, pero tuve que regresar justo desde la puerta, cuando me di cuenta de que deje la puerta del coche abierta, llegue allí... la cerré con fuerza y regrese a mi carrera para llegar a tiempo por mi novio, tal vez hice mal en elegir unos vaqueros tan ajustados justo cuando tendría que correr.

Entro y me paro frente al montón de personas que esperan con carteles.

Tal vez suene tonto pero sin importar que me haya estado ignorando y mucho... voy a correr a abrazarlo y besarle con todas mis fuerzas, lo e extrañado demasiado para contenerme.

Una mujer a mi lado sonríe levantando un cartel que dice

bienveniado a casa ❤ Roger.

Le sonreí después de leer su letrero.

- ya se, es patético.- Dice haciendo y mueca de tristeza mezclada con su emoción.- es que no le he visto en un año...- Dice agitando el letrero con ansias.

- ¡no! Para nada, es muy tierno.- digo admirando su letrero, es que es bello va decorado con muchas flores y corazones, yo no he traído nada.

- soy Lucía, mucho gusto.- me tiende su mano, yo la tomó y sonrió, dejó mencionar que su alegría es muy contagiosa.

- yo soy Emma... un gusto también.- respondo cuando sus ojos se abren de sorpresa y se hecha a correr hacia adelante... y Salta a los brazos de un hombre muy guapo vestido de militar...

Pocos segundos después de las escaleras sale una mujer con una barriga enorme, y no es que este gordita, esta embarazada... Joder, no tenía idea de qué las embarazadas pudiesen viajar... es algo irresponsable en mi opinión y...

¿Es? ¡no! Mauricio aparece detrás de ella y la toma por el brazo para ayudarle a bajar... es difícil no suponer quien es ella.

El va muy guapo con unos vaqueros negros, una camisa celeste y una chaqueta negra en su mano , y ella... ella no es nada fea, mi cuerpo se siente flácido, con el más mínimo toque podría caer al piso, empezar a llorar sin cesar y convertirme en agua salada.

Retrocedo un par de pasos e intento ponerme detrás de un hombre enorme que toma su café, mientras espera a alguien o eso parece, pero antes de que pueda lograr mi cometido sus ojos se fijan en los míos... se detiene en los últimos escalones, Marian mira de el hacia mi y de mi hacia el, esto debe ser una maldita broma ¿enserio trajo a su ex esposa a visitar a la novia? Ocea yo, por que a pesar de su comportamiento yo aún e estado suponiendo que soy su novia.

¡Tonta!... dice mi conciencia.

Tu cállate.

Caminan en dirección a mi aún que mi respiración va más rápido de lo que uno normal late, me mantengo calmada...

- espérame aquí.- le dice a ella sólo unos pasos atrás de donde estoy viéndolos como si fueran un maldito par de fantasmas, ella asiente... ¡oh! Pero que obediente... el se aleja y camina hacia a mi con cautela, supongo que predice cuál debería ser mi reacción.

- ¡hey! Emma...- Dice a sólo unos centímetros de mi.

- ¿hey, Emma? Enserio.- digo alejándome.

- se que todo esto es una mierda, pero tenemos mucho de que hablar, antes de los berrinches, la gran discusión sobre esta escena, por favor concédeme el beneficio de la duda, lo único que deseo ahora es abrazarte fuerte y besarte...

- Mauricio yo no esperaba encontrarme con esto...- logró gesticular.

- lo sé... pero no es lo que crees, ¿puedes creerme? - pide, suspiro agotada... la miro a ella y ella sonríe y me saluda desde atrás moviendo su mano ¿qué?
Regreso mi mirada a Mauricio, sus hermosos ojos y sus malditos labios seductores logran doblegarme, el hecho de que haya dicho que se muere por besarme estando tan cerca de ella me tranquiliza y sin pensarlo más saltó a sus brasos dejando atrás un suspiro.

Él me sostiene con una mano por la cintura y el tiempo parece detenerse... pasa una mano por mi rostro acariciándome delicadamente, su tacto cálido se siente como regresar al momento antes de marcharme de su lado.
Lo abrazo con todas mis fuerzas esperando que eso le diga cuánto lo e extrañado, el deja su chaqueta a un lado en el piso y me toma por la cintura para acercarme de nuevo a él, y juntar sus labios a los míos esos carnosos, rojos y deliciosos labios que tanto había extrañado, su lengua se habré paso como si estuviese buscando un tesoro y mi boca corresponde a todos sus movimientos...

en el momento en el que alguien carraspea junto a nosotros me doy cuenta de que estamos en público.

No separamos, yo le sonrió apenada y miró a Marian quien se para junto a mi, el parece nervioso.

- ¡no las he presentado! - Dice Mauricio.

- no hace falta se quien es, y ella seguro sabe quien soy..- Dice acariciando su vientre y me sonríe.- oigan si este espectáculo es para mí, Mauricio ya te dije que no intervendría entre ustedes, sólo que tal vez podrías encargarte de tu novia después, siento que esta barriga va a terminar rodando sola al hotel.- Dice acariciando su vientre de nuevo.

- Escucha Isa... mi secretaria, me alquiló un coche, para los días que estaré aquí, voy a dejarla cómoda en su habitación de hotel y ¿te alcanzó en tu departamento? - pregunta, sonriéndome, Marian parece impaciente y yo no se como rayos comportarme en esta situación.

- vale...- respondí subiendo mi vaquero y arreglando mi chaqueta faltan pocas horas para el baile y yo aquí metida en quien sabe donde, eso me recuerda... el toma su chaqueta del piso y la limpia.- hay un baile de la empresa esta noche, pensé que podrías acompañarme, si no estás muy cansado, yo debo ir...- digo metiendo mis manos en los bolsillos de mis vaqueros.
El se pasa un mano por su cabeza, alboratando su cabello.

- un baile... si claro, sólo envíame un mensaje con tu dirección y estaré allí en un rato.- Dice empezando a impacientarse ¡no! Esto no es mi culpa...

- vale.- digo caminando a la salida por delante de ellos, antes me doy vuelta y le sonrió hipócrita mente.- espero que esta vez si llegue.- añado y sin decir nada más, salgo de allí caminando como alma que lleva el diablo, chocando con todo el que se cruza en mi camino, encuentro en mi coche y me meto en el tratando de esconderme, pero ni siquiera se de qué, maldita sea... ¿por que? ¿por me haces esto Mauricio? Acaso vino a restregarme que su ex esposa está embarazada... ¡STOP!

¿Será que el bebé es suyo? ¡no! Dejó caer mi cabeza y esta cae sobre el volante provocando que la bocina suene por todo el lugar y sirenas de otros coches se enciendan...

Maldición... ¡esto no puede en peorar mas! Pienso para mi... y como si Dios leyera mi mente ciertos rayos iluminan el cielo que ya empezaba a oscurecer, y la lluvia cae diciéndome

¡Oh! ¡¡¡cariño claro que esto puede en peorar!!!