Jorge condujo hasta el departamento de Emma... me preguntaba como sabría el dónde vive ella... pero no llegue a preguntarselo por las luces de la ciudad que me distrajeron.
Que bonitas luces.
Al llegar... nos bajamos frente a un bellísimo edificio del que no me había percatado que existía, pero esta muy cerca de la compañía, reconozco perfectamente las calles.
No tenía idea de que Emma tuviese el dinero para vivir en un lugar como este, ya tengo muchas ganas de averiguarlo, sonreí dentro de mí... imaginando como le haría rabiar durante toda la noche.
Tardó bastante en bajar, por lo que me senté un las gradas mientras que Jorge le hablaba por el intercomunicador... diez minutos mas tarde (que parecieron 10 horas) bajo a verme.
- señor... buenas noches.- me saluda después de fulminar a Jorge con la mirada.
- hola magui... que guapa, esa pijama con unicornios te queda súper bien, sexy... te vez.- digo guiñandole un ojo
- soy Emma señor, jorge me pidió que le dejará pasar la noche aquí ¿es realmente necesario? - dice sonrojada.
- siii... Meg, sólo podemos contar contigo, estare tranquilo, lo juro...- digo levantando las manos en señal de rendición o inocencia... jorge le hace ojitos moviendo sus pestañas como una chica, ella suspira.
- vale... ya, que me muero de frío.- dice tomándo uno de mis brazos y hechandoselo al hombro, jorge me ayuda del otro lado y me ayudan a entrar mientras yo les recitó cuanto los amó.
Y claro que los amó, son tan lindos.
A la entrada un guardia de seguridad mira dudoso a Emma por los acompañantes que trae, seguro.
- mi hermano.- le dice ella sonriendole, mostrando sus lindos y grandes y relucientes y lindos dientes, este pasa sin decir nada.
¡joder! ¿Que esta mujer no podía ser más perfecta... para mi?
Al llegar a su muy afemenado departamento, elegante y limpio me sueltan en sofá mientras cantó una canción al ritmo del rap que por cierto escuché cantar a la hija de mi primo.
- Y todo ese viento que me enamora.- cantó moviendo mis manos como las olas, me siento tan ligero...
- acaso ¿está cantando música para adolescentes? - pregunta Emma - extrañada.
- eso parece.- dice riendo.-bueno yo ya me voy Emma... gracias, mañana a las 10 enviaré un coche por él.- añade y sin decir más sale rápido del departamento.
- y me tiene volando hasta que estoy llorando y caido de rodillas,
esto es de lo que tenía miedo Dorothy en el mago de oz
del engañoso tornado.- cantó riendo con cada frase...- vale señor basta de música... tengo vecinos muy tranquilos y podría molestarle el ruido ¿qué tal sí le enseñó donde dormira? - pregunta amable... yo me deleitó con el brillo de sus ojos.
- ¿contigo? - preguntó.
- ja. ja... claro que no.- dice y me dirige por un pasillo con dibujos de donas mordidas de todo color...- esta sera su habitación.- dice abriendo la puerta de un cuarto muy... ordenado, en este estado no hay mucho que pueda decir sobre el lugar.
- gracias Martha.- respondí guiñandole el ojo otra vez, eso parece ponerle nerviosa, me siento en la cama.- debería darme un baño ¿por allí? - preguntó señalando una puerta dentro del dormitorio.
- soy Emma y sí, pero mejor mañana señor podría caerse y...
- ¡No! Debe ser ahora, jamas duermo maloliente.- digo oliendo mi saco y haciendo mala cara.
- pero...
- por favor, me acompañarias.- le hago ojitos de perro arrepentido, tal cual hizo Jorge antes, excepto por el hecho de que mis hermosos ojos claro son irresistibles de todas maneras.
- ¡No! - dice y sale de la habitación cerrando la puerta a sus Espaldas, como no escucho pisadas puedo suponer que sigue afuera.
- vale... de todas maneras me metere a tu ducha Magui.- grito y camino a la ducha, allí me quitó el saco, la camisa y los pantalones quedándome sólo en boxer...
- aquí voy.- gritó abriendo el grifo de la ducha, el agua empieza a salir, pero antes de que pueda meter un pie dentro, Emma entra corriendo, al ver me casi desnudo se detiene en seco y se da vuelta.
- señor, por favor...
- dime Erick.- le corrijo
- Erick, podrías caerte, hacerte daño.- dice.
- ¿por que te das vuelta? ¿Tan mal estoy? O ¿me diras que nunca has visto a un hombre desnudo? -pregunto curioso; se da vuelta de inmediato dándome la cara.
- por favor se lo ruego, debe descansar y yo también.- dice a unos pasos mí, le sonrió enternecido por su preocupación...
- no va a pasarme na...
Lo que pudo terminar siendo un terrible accidente terminó siendo un maravilloso accidente.
Resbale con el agua que empezaba a rebasar la tina y al caer Emma intenta sostenerme pero terminamos cayendo los dos dentro de la tina... mi cabeza a sólo un centímetro del grifo de la ducha.
- ¿Erick? - pregunta tocando rostro, esa fue la vez que estuve tan cerca de ella por primera vez... tan pero tan, tan cerca de su cuerpo, de su piel, prácticamente pegados; abrí los ojos para verificar como estaba ella, el agua bañandonos, también despertó mis sentidos que estaban adormilados por el alcohol.
- estoy bien.- respondí al ver su cara de miedo, suspira y se deja caer sobre mi pecho, dejando que el agua nos bañé a ambos, allí mismo supe que había algo en mí que ya no me dejaría alejarla jamas... su cabeza esta sobre mi pecho escuchando mis latidos, quiero que lo sepa, quiero que sepa cómo es que puede acelerarme, pero como si leyese mis pensamientos, la magia no tardó en romperse cuando aún sólo milímetro de sus deliciosos labios, se puso de pié y aún chorreando de agua me ayudó a salir y me dejo en la habitación.
Por la mañana.
- buen día... señor.- me saluda cuando entró en la cocina y ella prepara lo que parece ser el desayuno, al levantarme encontre mi traje limpio y seco al pie de la cama.
- hola Emma.- saludo caminado apenado hasta donde está.- yo...
- no se preocupe.- dice dejando frente a mí sobre el mesón una taza de té y tostadas con tocino y huevos... tal vez deberia decirle que no como cerdo, pero bueno.
- es que anoche yo...
- no... no se preocupe, nada pasó anoche, nada.- repite muy calmada ¿esta en negación? Eso debe ser, no quise incomodar sólo asiento y después de desayunar me despedí... como si nada hubiese pasado, por que bueno era mejor para los dos creer que nada pasó.
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Dangerously Tangled (#PGP2018)
RomanceQuería olvidarlo, cada vez que tocaba mi teléfono, por algún motivo terminaba revisando si el había estado conectado... y efectivamente o lo había estado o estaba en ese preciso instante, dolía pensar que probablemente mientras yo me obsesionaba con...