Los Casiviolados

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Oliver...

Después de nuestra romántica y muy muy muy gay demostración de afecto con el idiota de David, nos separamos bruscamente al ver a Cristal en la puerta de mi oficina, me aclaro la garganta "que vergüenza"

- aquí no está pasando nada Cristal - el idiota de David intenta  aclarar la situación.

- no se preocupe señor Smichtt, no ví nada, ni escuché nada - Cristal tiene una sonrisita en su boca y yo me quiero morir ¡a la mierda, todo el puto mundo piensa que David y yo nos amamos en silencio! ¿Es que no les basta ver que, estoy casado con una mujer hermosa y que ahora soy papá? Dejaré mis maricadas con David de lado.

- yooooo ¿que pasa Cristal? - mejor no digo nada y tomo asiento de nuevo.

- llegaron las nuevas ediciones señor Anderson - asiento y tiendo mi mano para que ella me entregue lo que trae.

- bien, puedes retirarte, gracias - David sigue con la mirada a mi asistente y le guiña un ojo, a lo que ella se sonroja y le sonríe.

- en serio ¿no te gusta mi secretaria? - David me da una mirada asesina.

- no tiene nada de malo ser buena gente - toma asiento frente a mi de nuevo - además, nunca he estado con una mujer mayor y menos lesbiana, podría intentar hacerla cambiar de bando cuando vea mi King...

- ¡cállate puto asqueroso! - Le riñó, David y sus estúpidas mierdas - mejor miremos esto - nos centramos por un buen rato en mirar las ediciones para la revista.

- Oliver - David se me queda mirando con esa su cara de idiota que tiene.

- ¿que? - lo miro, se que quiere pedirme algo, esa siempre es su cara cuando quiere pedirme algo - no te voy a subir el sueldo otra vez David, ya lo subí este año dos veces, además siempre firmo sin mirar y un día de estos, vas a terminar ganado más que yo...

- no es eso imbécil - me quedo callado de golpe.

- ¿si no es eso, que mierda quieres? - suspira y me mira de nuevo, ya estoy por pensar que en serio le gusto, empiezo a maquinar en mi cabeza toda clase de malas palabras, para decirle que yo amo a Alex y que mi super Oliver esta muy bien  con su decisión.

- hoy... Es el cumpleaños de la Señora Andrade - ¿que mierda me quiere decir? Lo miro y levanto una ceja para que siga hablando.

- ¿la señora de la empresa colombiana con la que vas a hacer negocios? - David asiente.

- si, me invitó, Natalie no quiere ir conmigo porque está ocupada con lo de su trabajo, y no quiero ir solo, ¿crees que puedes ir conmigo? - ¡ah maldita sea!

- David... ¿Sabes que eso sonó muy gay de tu parte? - el frunce el ceño.

- ¡es porque no quiero ir solo, maldito imbécil! Me aburriría, Anderson.

- bien... Llamaré a Alex y te acompaño ¿si? - el asiente y se levanta.

- es tarde y la reunión empieza a las ocho, así que te doy diez minutos ¡y cuando yo digo diez minutos son diez minutos! - sale disparado de mi oficina riendo como idiota al ver que le lanzo un vaso que tengo sobre mi escritorio.

- ¡vete a la mierda, marica! - no puedo evitar reír, niego con mi cabeza y llamo a mi rubia, a los tres tonos contesta.

- hola - habla suave.

- hola cariño - me recuesto en el espaldar de mi silla - ¿como están?

- bien, Hailye está dormida - siento que vuelo, las imagino a las dos y mi corazón late de prisa.

Nosotros Somos Los Anderson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora