Las Preguntas

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Oliver...

¡Ufff  casa por fin! Abro la puerta y dejo mi maletín sobre el sillón rasca-culos de Alex, quito mi saco y la corbata que hoy, esta apretandome más que nunca, me dejo caer sobre otro de los sillones y tallo mi frente, me siento agotado, tal vez, debería nadar un rato para relajar los músculos.

- ¡papiiiiii! - la vocesilla dulce de mi hija me hace sonreír, se lanza sobre mi y me da besos, su pijama de hulk me hace reír, es exacta a Alex.

- ¡vaya! Con estos recibimientos ¿a quien no le gustaría llegar a casa? - abrazo a mi hija y le doy un beso en la frente - ¿como está la princesa más bonita de todas? - me encantan los ojos de mi hija, proyectan fuerza y dulzura a la vez, tiene un carácter de mierda, pero es mi hija y así la amo.

- bien, hoy la Miss nos enseñó muchas cosas - juega con los botones de mi camisa y frunce su entrecejo, verla así, es como ver una mini Alex.

- ¿que te enseño hoy? - todos los días, Hailye me cuenta todo lo que hace en el colegio, tenemos una relación muy estrecha de padre e hija.

- fuimos a dar un paseo al jardín botánico, y ¿adivina que te traje? - ¡ay no! Cuando ella dice algo así, se que no es nada bueno, hace algún tiempo, fueron a una granja, donde vio caballos, vacas, ganzos, gallinas, y se le ocurrió, entrar al gallinero y traer huevos, obviamente llegaron todos reventados.

- ¿que me trajiste? - mi miedo crece, cuando hace su risa malévola.

- ya lo traigo - se baja de mi regazo y sale corriendo, sonrió, es una niña increíble, unos pasos suenan de fondo, se que viene mi otra razón de ser, la miro tan bella como siempre, Alex, enfundada en un vestido azul que se le ajusta perfecto, no ha cambiado nada, sigue tan hermosa como hace unos años atrás, me sonríe y le tiendo la mano para que caiga sobre mis piernas, poso mi nariz en su cabello huele de maravilla - buenas noches señora Anderson.

- hola cariño - Alex me da un beso de esos que me quitan el aliento - ¿que tal tu día? - la abrazo y ella se acomoda en mi pecho.

- cansado, estamos en la creación de la nueva imágen de la revista, así que hemos estado bastante ocupados, ¿que tal tu? - Alex se encoge de hombros.

- la edición del libro ¡virgen de las papayas! Ya es un hecho - sonrió, no puedo creer que Rosa, haya convencido a Alex, de lanzar un libro sobre recetas culinarias, donde la imagen y las recetas son de Rosa, según ella, quiere que los chefs del mundo, conozcan sus platillos, y no está nada loca, Rosa cocina estupendo.

- no puedo creer, que aceptaran hacerlo - Alex ríe mientras jugamos con nuestros dedos entrelazados.

- Rosa tiene mucha convicción, los convenció sin mucho esfuerzo - escuchamos los pasos de Hailye acercarse - por favor, no vayas a hacer un drama - dice al ver el cabello rubio de Hailye acercarse - ella dice que te encantará, así que no la defraudes - se que es algo muy malo, mi hija llega y lo que veo en sus manos me deja de piedra.

- mira papi, saluda a pepo - ¡ay no! ¡A mi me va a dar algo! - ¡saludalo papi! - Alex intenta no reír pero Alex es ella y siempre lo será, se suelta en carcajadas, Hailye acerca esa cosa a mi rostro - dale un besito a pepo - ¡no, ni por el putas le daré un beso a un sapo! No le digo eso a mi hija pero debo tener el rostro de horror, ya que Alex no para de reír.

- c-cariño - habló, mi hija sostiene esa cosa en sus manos y le habla como si fuera un bebé - suelta esa cosa Hailye Anderson.

- ¿porque? Pepo es lindo, además si besas un sapo, se puede convertir en un príncipe ¿verdad mami? - Alex deja de reír y mira a Hailye.

Nosotros Somos Los Anderson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora