El Bautizo Parte I

6.1K 535 76
                                    


Alex...

Miami nos recibe, hace un calor del infierno, decidimos con Oliver hacer el bautizo de Hailye en la casa de mis padres, mi tío Frank, nos va a abastecer de vino, mamá, la abuela y la señora Margot, se han encargado de absolutamente todo.

Decendemos del Jet, Frank nos espera, nos da su sonrisa más cálida, cada vez está más viejo.

- que bueno verlos, ya nos estábamos preguntando porque no llegaban.

- lo siento Frank, el vuelo se retrasó, no les habían entregado los vestidos a las chicas - Oliver habla ayudando a Frank a acomodar las maletas en la cajuela del auto.

- ¿pero para que vestidos? Con unas sábanas hubiese sido suficiente - miro a Frank con mi gesto de pocos amigos.

- lo mismo digo yo, pagar tanto por un pedazo de tela - David no ayuda mucho, así que las tres lo miramos mal.

- bueno, vamos, en casa están desesperados por verlos - subimos a la camioneta, el mismo recorrido de siempre, Hailye se remueve incomoda, se que debe estar sintiendo calor, le quito algunas ropas. Llegar a casa siempre abre un agujero en mi pecho, el saber que papá no verá el bautizo de su nieta, creo que nunca lo superaré, Oliver parece notarlo y me abraza.

- el siempre estará entre nosotros amor - hundo mi cabeza en su cuello, se que intenta animarme, pero eso no significa que no duela.

- lo sé - veo a lo lejos los viñedos, el olor a uva golpea mi nariz, en la entrada veo a mi abuela esperando sentada, al ver la camioneta se levanta y camina rápido, me da miedo, no quiero que se caiga y se rompa los huesos.

- ¡muchachos! - grita mi abuela, ufff y todavía tiene buenos pulmones - ¡hasta que por fin se les dio la gana de llegar! - suspiramos, todos sabemos lo que va a suceder - ¡hay pero como están de guapos todos! - abraza a Oliver y luego a David, estos le devuelven el gesto - ¡tan fuertes como siempre! ¿Saben? Sus músculos es lo único duro que siento a mi edad.

- ¡abuela! - ella como siempre haciéndome pasar vergüenzas, su mirada se dirige a los otros dos hombres que nos acompañan, el señor Volkov, quien hace poco, también se unió a nuestros juegos de basket, decidió acompañarnos, obviamente con Mat, que no deja a Irene ni para ir al baño.

- ¡ohhh, pero si traen carne nueva! - ¡ay Dios! - ¿y quienes son estos dos muchachotes?

- un gusto señora, Raphael Volkov y este es mi hijo Matthew Volkov - sonríen, pero ellos no saben lo que les espera con la señora loca que es mi abuela.

- pues es un gusto conocerlos, yo soy la señora viuda de Carlin - les guiña un ojo y estos sonríen - Alex, tu siempre trayendo muchachotes que hacen mi desierto humedecer - me llevo una mano a mi rostro, el señor volkov, abre sus ojos, los otros se sueltan en risas y yo quiero que la tierra me trague, ¿porque mi familia no puede ser normal? - pero sigan, bienvenidos, no se queden aquí afuera, después terminan como camarones.

- muchas gracias - dice el señor Volkov, ingresamos en casa, toda la familia ya está reunida, mis suegros, mi hermana, mis primos, mis tíos, hasta Henry, que hace mucho tiempo no lo vemos, apareció.

- que bueno que llegaron hija - mi madre se acerca me quita a Hailye de los brazos y la llena de besos, ¡claro, Alex ya no se merece ni un beso de la mamá! ¡Que bien!

- ¡y mira Alicia! - mi abuela habla - ¡trajeron estos dos muchachotes! - la mirada de mamá viaja de Raphael a Mat.

- ¡ay por Dios! Disculpen a esta señora loca, bienvenidos y es un gusto conocerlos - las presentaciones no se hacen esperar, los padres de Oliver se acercan también y nos saludan a todos.

Nosotros Somos Los Anderson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora