El Baile.

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Oliver...

Hogar dulce hogar...

Estoy rendido hoy fue un día... Muy pesado para mi, como todos los fines de mes. El olor exquisito de la comida de Alex me lleva impulsado a la cocina, escucho rísas mientras me acerco, de seguro está con Natalie, me recargo en el marcó de la puerta y la veo... Tan hermosa como siempre, con un pantalón negro que se le ajusta más que perfecto, una camisa blanca y un chaleco negro sobre la misma. ¡Perfecta! Como siempre, hacen chistes sobre algún pobre desgraciado que cayó en una alcantarilla, esas dos juntas son el demonio en persona. Natalie le ayuda a picar al parecer verduras, mientras Alex mira algo en el horno.

- buenas noches - ambas pegan un saltito al escucharme.

- ¡Oliver! - Alex pone una mano en su pecho - ¡me asustaste! - le sonrió y me acerco a ella.

- hola Oliver - le doy una sonrisa de boca cerrada a Natalie, y tomó el rostro de Alex en mis manos, le doy un beso apasionado - ammm, sigo aquí - Alex y yo nos separamos y miramos a Nat - y no deseo ver porno en vivo, gracias - Alex suelta su típica risa.

- ya quisieras tu, ver esas nalgas en acción Natalie - me da una nalgada y Natalie hace una mueca de asco, Alex solo levanta repetidas veces las cejas - ¿verdad guapo?

- Alex.. - no, es que con ella no se puede - eso es privado amor.

- para nadie es un secreto que tus nalgas valen oro para mi - eso si que lo sé, ya las tengo más manoseadas que las de un actor porno.

- demasiada información Alex, gracias - Natalie, vuelve a retomar su labor, abro la nevera tengo algo de sed, tomo jugo de naranja, Alex mira de nuevo el horno - chicos... - Natalie habla de nuevo llamando nuestra atención - les, les tengo un regalo - nos míramos con Alex intrigados.

- ¿un regalo? - Alex la mira con su entrecejo fruncido, yo bebo del jugo esta frio y calma mi sed.

- si, bueno... Es algo que le hice a los dos, lo tengo en casa y quisiera dárselos - Alex la mira con ternura - ¿vamos? - ambos asentimos, Natalie ríe abiertamente.

Después de dejar todo apagado, salimos de casa y nos dirigimos a casa de Nat y David, ellas van haciendo sus típicos comentarios haciendo que suelte algunas carcajadas, con ellas dos no se puede, entramos y todo está apagado, Natalie enciende la luz de la sala, algo llama mi atención, una pintura sobre un caballete, somos Alex y yo, abrazados en una especie de playa, es muy bonita, debo reconocer que Natalie tiene mucho talento. Miramos atentos la pintura.

- ¿les gusta? - miro a Natalie por un segundo, tiene sus manos entrelazadas y nos mira nerviosa.

- ¿es en serio? - Alex le habla - me encanta Nat, es... Preciosa - Alex se lanza y le da un fuerte abrazo a Nat, le susurra las gracias y la elogia.

- Nat - ella me mira con Alex aun abrazadas - tienes un talento enorme, es... Muy bonita de verdad, gracias - Natalie sonríe.

- ¿constanza? - David habla desde el segundo piso.

- si, ya llegué - no escuchamos nada más y nos centramos de nuevo en la pintura, es maravilloso, los trazos y lo perfecto de los rostros, de repente una música empieza a sonar, la identifico es hey sexy lady de shaggy, todos nos míramos con el entrecejo fruncido, de la nada David pega un brinco pero nos está dando la espalda, abro los ojos y quedo paralizado con lo que veo, el idiota de David está sin camisa, con un pantalón de cuero de esos de vaquero con  flequillos a los lados, una tanga negra ¡puta mierda! Quedaré traumado por el resto de mi puta vida, David empieza a bailar aún dándonos la espalda, mueve el trasero hacia adelante y hacia atrás.

Nosotros Somos Los Anderson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora