El Engendro

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Oliver...

Después de un largo día de mucho trabajo, Alex me llamó, para que pasara por ella, su auto se encontraba en el taller, mi rubia se encuentra en la entrada de la editorial y sonríe en cuanto me ve, bajo rápidamente para abrirle la puerta de mi auto, si, han pasado tantos años y yo nunca he dejado de hacer eso, ella ya está bastante acostumbrada, así que espera paciente a que yo lo haga, antes de todo le doy un profundo beso el cual ella me devuelve igual de efusiva que siempre.

- sabes como me pone eso ¿verdad? - levanta una de sus cejas mientras enrolla sus brazos en mi cuello, si, se lo que eso provoca en ella.

- lo sé - le digo pícaramente - pero si no queremos hacer una escena erótica frente a tu trabajo... Creo que es mejor que nos vayamos - Alex sonríe y me deja un beso en la comisura de mi boca, subimos y el camino es silencioso. El teléfono de Alex suena y ella contesta.

- hola Rosa - silencio - ajá, ammm entiendo, si, no, - miro hacía ella y veo que empieza a morder su dedo índice, lo hace siempre que está nerviosa, algo no anda bien y eso me preocupa - si Rosa yo sé, okay ya vamos en camino, si, ammm yo... No, en casa hablamos - ella corta la llamada y me mira.

- ¿paso algo amor? - Alex desvía la mirada, es algo grave, se metieron los ladrones a casa, ¡no, maldita sea, secuestraron a mi hija! Si es eso, soy capaz de mover el mundo entero - Alex... Si secuestraron a Hailey es mejor que me digas - Alex me hace su gesto de "estas loco"

- ¿que? Noooo ¿crees que estaría así de tranquila de saber que mi hija está en peligro? - en eso tiene razón, así que me controlo - solo... Espera llegar a casa - no insisto más, se que al llegar a casa hablaremos de lo que sea que haya pasado.

Llegamos a casa en completo silencio, Alex todo el camino mordió su dedo unas ochenta mil quinientas setenta y siete mil veces, okay exagero, bajamos del auto tan pronto llegamos, lo primero que me recibe es un FPDRNI ¿que mierda es eso? Fácil, un feo perro de raza no identificada, miro a Alex quien se dedica a morder su dedo, así que esto era lo que estaba pasando.

- ¡Rosaaaaaaaaa! - grito y el feo perro mueve su rabo, creo que es hasta visco, y su boca es horrible, tiene los dientes por fuera y el pelo enmarañado, veo a Rosa correr con un palo de escoba

- ¿que pasó niño Oliver, a quien hay que matar? - la miro con mi ceño fruncido ella se relaja al ver que no pasa nada.

- a nadie Rosa, ¿que mierda es eso? - señalo al perro.

- un perro niño Oliver - me dice como la más obvia.

- ¡no me digas! Pensé que era un engendro un alien o algo así - mi paciencia tiene un limite - lo que quiero saber, es que hace esa cosa en el feo tapete.

- ¡ey! - me reprocha Alex, no quiero que me deje sin super Alex, así que arreglo mis palabras - lo siento cariño, a ver Rosita, ¿que hace ese engendro en el bello y hermoso tapete de mi esposa?

- ahhh era eso, es un perrito que le regaló el niño David a la niña Hailey - ¡maldito David hijo de puta! ¡Lo voy a lanzar por el puto ventanal de mi oficina! Unos pasos se escuchan a toda velocidad, la melena rubia de mi hija se asoma tras Rosa.

- ¡papiiiii mamiiii! - se lanza a los brazos de Alex quien la recibe a besos - ¿ya conocieron a Tito? ¿Está lindo cierto? - miro al engendro que no deja de batir el rabo, sus feos ojos me miran y dan miedo.

- ammm esta divino mi amor - no le quiero dañar los sentimientos a mi hija, diciéndole que el engendro parece sacado de una película de terror de esas que mira Alex.

- tío David dice que es igual de bonito a ti - Alex y Rosa sueltan la carcajada - yo le dije que tu tienes los ojos más bonitos.

- en realidad creo que se parece más a tío David cariño, míralo, ahí acostado en el tapete, igual de holgazán a él - Hailey asiente con la cabeza y sonríe.

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