Parte 5.

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Veinte minutos me llevó llegar a casa, y en el camino solo pensaba en las posibilidades de tener una relación amorosa con Matías.

Y créanme, si hay algo peor que no ser correspondido es no existir.

Entre a la casa consiente de que no todo el tiempo debía pensar en alguien como él, pero como siempre la voz en mi cabeza pasaba la mano por la nube de pensamientos y la hacía volar para poner una foto de Matías Lombardi. A veces hasta me resultaba tedioso no poder sacarlo de mis pensamientos. Todo era como — Matías, Matías, Matías — en la cama, en la ducha, mientras comía, en todos lados. afff

Subí las escaleras para dirigirme a mi habitación, al entrar lo primero que hice fue mirarme en el espejo por un largo rato; sin maquillaje y sin el horrible suerte que me encantaba llevar a clases para evadir el frío no lucia tan mal. De hecho, me sentía agradable a la vista.

Termine de quitarme la ropa y empecé a pasear por mi habitación para relajarme un poco y luego tomar un baño. La mayor parte del tiempo estaba sola en casa así que no me preocupaba estar desnuda y que mi hermano o mi madre entraran a interrumpir mi privacidad. Aunque bueno, después de toda mi privacidad era como vivir sola.

Termine de darme la ducha y baje hasta la cocina aún envuelta en la toalla y con el cabello mojado y chorreando por todos lados. Tenía demasiadas ganas de un sándwich y cuando Lucas no estaba en casa podía rellenarlo y untarlo con todo lo que había en la nevera; pollo, jamón, huevo, queso. Tomate, lechuga, papas fritas... ¡Mayonesa!

Mensaje enviado a: Melissa.

[06:13 p.m.] Isabel: ¿estas allí?

[06:13 p.m.] Melissa: Siempre o.o

[06:14 p.m.] Isabel: ¿Qué onda, me andas vigilando? jajajaja!

[06:14 p.m.] Melissa: Claro, ¿qué quieres? (eres mía)

[06:16 p.m.] Isabel: Recomiéndame algo en Netflix. pliz







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