Parte 46.

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A las nueve de la noche mientras mirábamos la tv mi madre tocó la puerta, le grité que ya iba y lo deje, cerré la puerta a mis espaldas y me fui con ella hasta la sala de estar.

— ¿Qué ocurre ma?

— Lucas necesita hablarte de algo.

Lucas estaba sentado en el sofá, con la piernas cruzadas y la mirada fija en su laptop. Me senté junto a él y esperé a ver qué decía, estaba muy nerviosa.

— He estado revisando tu rendimiento académico, tu profesor guía me ha enviado una reseñas con respecto a tus calificaciones y comportamiento dentro de la institución — hizo una pausa mientras leía en voz baja — . Y dejame decirte que no está nada mal.

Me pregunté, ¿por qué ahora? Precisamente en éste momento debía hablar de eso. La sonrisa de mi madre no se le borraba del rostro.

— ¿Y bien?

— Que según esto, podrías entrar a la universidad que quieras.

Ya sabía por donde iba el asunto, desde que inicie el ultimo año se me había metido entre ceja y ceja la universidad Antonio de Nebrija, era bastante costosa, pero podría entrar como becaria. Lucas desde ese entonces trataba de hacerme cambiar de opinión, diciendo más de una vez que el hecho de que Melissa fuera a esa universidad no significaba que yo también debía hacer lo  mismo. El padre de Melissa podía pagar esa universidad y cualquier otra a la que ella quisiera ir, pero Lucas no, por eso insistía.

— Lucas va a ayudarme a pagar tus estudios — agregó mi madre —. Solo debes ser un poco más considerada.

Me puse de pie, estaba molesta. Y no iba a discutirlo un momento más.

— Piensalo Isabel...

— Lo haré, voy a pensarlo — dije entre dientes.

Abrí la puerta de mi habitación, al entrar, encontré a Matias profundamente dormido. Tenía el cabello revuelto cubriendo su frente, respiraba suavemente y sus labios estaban semiabiertos. Lo bese dulcemente y me aleje para mirarlo. Iba a tomar mi celular para tomarle una foto, pues me encantaba fotografiarlo y ésta era la primera foto que tendría de él en mi cama. Mi celular estaba junto al suyo, la pantalla se ilumino y pude ver el nombre de "Milena". Dude por un momento en tomar su celular, no estaba bien, lo miré, y luego miré su celular, se había vuelto a iluminar la pantalla.

¡Toma es mierda!  Dijo la molesta voz en mi cabeza.

Tome el celular, Matías se novio un poco, mi corazón dio un salto, volví a colorcarlo donde estaba y miré de nuevo, estaba profundamente dormido aún. 

¡Toma el celular! Repitió.

Lo tomé, abrí el chat, pero no me dio tiempo de leer, mis manos estaban temblorosas y mi corazón latía en mi boca. El mensaje decía "¿Estas allí?". No leí el resto, sabía que no me daría tiempo, entonces copie todo el chat y me lo envíe por un mensaje, elimine el mensaje que acababa de enviar "Milena" para que no se notara que había abierto su conversación, también borre el mensaje que me envíe desde su celular al mio, volví a poner los dos celulares donde estaban.

¡Eso esta mal!  Me eche a su lado en la cama y fingí no haber estado haciendo nada, él se movió un poco y paso su brazo sobre el mí.

— ¿Qué hacías pregunto? — casi dormido.

— ¡Nada! — susurré nerviosa.

Los latidos palpitaban en mis oídos y se escuchaba como miles de pisadas de caballos. Cerré los ojos y trate de dormir pero solo quería leer la conversación de esa chica, la cual recuerdo del día que salí con Matias.

Tengo su número.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora