Tengo su número.

Parte 28.

No dejaba de sonreír.

— ¡Gracias! — agregue en cuanto empezó a enrollar sus auriculares.

— Me tome el atrevimiento de poner un par de músicas más.

— ¡Qué atrevido! — dije y él soltó una carcajada.

— ¿A dónde vas? — termino por preguntar.

Gire la cabeza hacia atrás para mirar al pasillo, por un momento lo había olvidado.

Emm

— A la... — estaba muy aturdida —. Biblioteca.

— ¿Puedo acompañarte?

¿Qué? ... ¿Por qué querrías acompañarme? mis ojos estaban amplios, era como si me estuvieran contando algo increíble.

— Sí, claro ¿por qué no?

Empezamos a caminar hacia la biblioteca, pensé que todo sería un silencio incomodo hasta que él hizo una pregunta: ¿Cuál es tu nombre?

— Isabel... Duarte — respondí de inmediato —. ¿Y tú?

Allí estaba haciéndome la tonta.

— Matías.

En cuanto entramos a la biblioteca, me pregunto qué haría allí, le explique que buscaba a una compañera de clases para fotocopiar una guía y él solo me siguió hasta que la encontré. Lucia me miro de arriba abajo, sabía que estaba sorprendida por verme con Matías. Yo reía internamente como ganadora. Pero la verdad es que sentía que las cosas iban a tornarse más en plan de amigos.

No importa, eso era mejor que nada.

Cuando salimos de la biblioteca él se detuvo y dijo en voz baja y un poco afligido "debo irme a clases", yo lo entendí, pues estábamos en la secundaria precisamente para asistir a clases...

— ¿Te ocurre algo?— le pregunte antes de dejarlo ir.

— No, no es nada.

Capte de inmediato que detestaba estar solo, era evidente que ahora que no andaba con su bola de traidores se sentía solo.

Aquí estoy yo...

— Ok... Entonces ¿nos vemos luego? — pregunte ansiosa.

— Sí — dijo dándome la espalda, pero antes de dejarme volvió a girar —. ¿Me das tu número?

¿Qué?

Me quede estática y respondí de una manera inesperada hasta para mí.

— ¡Solo si tú me das el tuyo!

Él sonrió juguetón e intercambiamos números antes de tomar nuestras clases.

Después de eso me fui corriendo al baño y me encerré en un cubículo. Me senté en el escusado y respire profundo.

Madre mía ¿qué acababa de pasar?

Saque mi celular de la mochila y de inmediato le escribí a Melissa.

Mensaje enviado a: Meli :)

[10:05 a.m.] Isabel: No vas a creerme esto.

[10:11 a.m.] Melissa: ¿Qué cosa?

[10:11 a.m.] Isabel: Al fin tengo su número...

Salí del baño en busca de ella, necesitaba ver su expresión.