Solos los estudiantes del último año asistían a la secundaria ese día, sábado. Cada tres semanas debíamos asistir a la secundaria para la única clase de ciencias que era impartía de manera general en el auditorio. Era como una feria, pero menos organizada y estructurada.
En cuanto me baje del auto visualice a Melissa, se bajaba del auto de su padre, que ésta semana era un modelo nuevo.
La salude con la mano y ella empezó a acercarme, me despedí de mi madre y me eche a correr en su dirección, nos abrazamos y ella beso mi mejilla.
— ¿Cómo está mi pejelagarto favorito?
— Soy tu único pejelagarto, estúpida.
Nos fuimos caminando hacia la entrada, por el pasillo empecé a contarle que había quedado con Matías pero que ahora no iba a poder ir porque mi madre me había ligado a un compromiso sin avisar. ¿El motivo? mi padre, a lo cual no podía decir que no.
— No puedes dejar pasar ésta oportunidad, peje.
— Tampoco puedo decirle que no a mi mamá.
— Entonces falta a clases — dijo ella restándole importancia al asunto.
— ¿Qué? — dude.
— Mira, allá va Matías, dile que es ahorita o nunca.
Él acababa de llegar y de la misma manera que nosotras se dirigía al auditorio, Melissa me empujo en su dirección, casi me voy de boca. Cuando voltee a mirarla hacia un gesto con sus manos como barriéndome, en sus labios pude distinguir las palabras que decía, "yo te cubro".
Sonreí y empecé a avanzar, estaba algo asustada.
Matías, por otro lado estaba muy ensimismado, caminaba tan despacio que parecía que quería que la vida se le fuera antes de llegar al auditorio. Su cabello lucía un poco más claro de lo normal, al igual que el tono de sus ojos, estaba cristalinos, casi vacíos. Llevaba ambas manos en los bolsillos de sus pantalones y no traía mochila.
Me acerque hasta él y lo detuve tomándole del brazo, claramente él no había notado mi presencia.
— Hola Isabel.
— ¿Qué tal si nos saltamos ésta aburrida clase?— dije sin rodeos, tambaleante en el lugar donde estaba parada.
— ¿Qué? — Matías giro la cabeza a todos lados, como buscando o asegurándose de que nadie me hubiera escuchado o tal vez mirando si no le estaban jugando una broma.
— Sí — dije —. Salgamos de aquí.
Termino por sonreír como si le hubiera propuesto la cosa más arriesgada del mundo y yo me derretí cuando acepto.
— ¿Y a dónde vamos?— pregunto a medida que avanzábamos para salir de allí.
— Cualquier lugar es mejor que aquí, así que, a donde sea.

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Tengo su número.
Romance(Terminada ) Crush es un sustantivo. La palabra crush también puede ser empleada como un sustantivo que quiere expresar flechazo, enamoramiento o arrebato hacia una persona. Incluso se puede emplear cuando existe cierta tensión sexual. Se suele deci...