Cerro la puerta y rodeo el auto para subir, cuando lo encendió puso el pie en el acelerador y nos alejamos tan pronto como se pudo. Perdí la conciencia de mi misma quedándome dormida. Cuando desperté estaba en una habitación, no sabía en qué lugar, acostada en una cama de la que no tenía idea a quien pertenecía, y estaba sola. De pronto una sensación incomoda me invadió, estaba muy asustada, distinguí una sombra corpulenta que se acercaba a mí, era él, traía agua y una prenda en sus manos.
— Hola — dijo acercándose.
— ¡Hola! — tomé el vaso que me acercaba — ¿dónde estamos?
— En mi casa, esta es mi habitación, ¿te siente bien?
— Un poco mareada.
— Toma esto.
— ¿Qué es?
— Una playera, para que te cambies, así dormidas más cómoda.
— Gracias — tome la camisa y me detuve esperando a que él se diera la vuelta o se fuera, pero no lo hizo.
— ¡Te ayudare!
Y sin darle permiso me tomo de la cintura y me hizo quedar de rodillas en la cama. Empezó por los pendientes, me los quito y los coloco en la mesita de noche, luego la gargantilla - esto te lo dejare - señalo el reloj brazalete. Fije mi mirada en el cuándo supe que venía por mi blusa. La desabrochó y la puso a un lado, luego mi falda, pude visualizar una sonrisita al ver mis pantis, yo también reí; eran coquetas, de flores rosadas. Paso la playera por sobre mi cabeza y luego saco mi cabello, lo sujeto con una goma que tenía en su muñeca.
— Estas listas princesa, ahora recuéstate.
Hice lo que me pidió y se alejó de mí, la luz de su habitación era tenue, como un ligero rayo de sol al amanecer. Se quitó la camisa y como un reflejo cerré los ojos. Que tonta. Los abrí de nuevo, su cuerpo era en pocas palabras perfecto, para ser de un chico tan joven, luego se quitó el pantalón y se colocó un pijama. Camino hacia la cama y se extendió detrás de mí, yo estaba casi en la orilla de la cama. Me sostuvo en un abrazo y besos mi cuello.
— Espero la hayas pasado bien, porque yo sí lo hice. Me encanto bailar contigo.
— La pase bien... — dije casi dormida.
***
Desperté.
Me sentía tan pérdida que me sobresalte un poco, Matías aún estaba enroscado a mi cuerpo lo que me tranquilizó un poco.
Lucia como un ángel dormido.
Mire el reloj brazalete, eran las nueve de la mañana, nunca dormía hasta tarde. Mi cabeza estaba a punto de explotar, retumban como miles de abejas dentro de mí. Me senté en la cama sin importar que mi lindo acompañante se despertara, esa era la idea.
— Buenos días - dijo con su vocecita adormilada —. ¿Estás bien?
— Sí, Solo me duele un poco la cabeza.
Él se sentó.
— Déjame bajar para buscarte una pastilla para eso.
— Oye — lo detuve antes de que se fuera —. ¿Estamos solos?
— No, mi madre está abajo.
— ¿¡Qué!?
Río e hizo un gesto de "mantener la calma".
Empecé a mirar a todos lados en cuanto me dejo sola. Mi ropa estaba acomodada a un lado de la cama, junto con mi bolso, supuse que los accesorios y mi celular estaban dentro, así que tome el bolso para sacar el celular. No tenía ningún mensaje o llamada perdida así que eso me hizo pensar que todo estaba bien.
Matías entro a su habitación, traía pastillas y un vaso con agua para mí.
— ¿Quieres darte una ducha?
Afirme con la cabeza, él me ayudo a ponerme de pie, me atrapo en un abrazo y beso mi frente.
— En el baño hay toallas.
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Tengo su número.
Romance(Terminada ) Crush es un sustantivo. La palabra crush también puede ser empleada como un sustantivo que quiere expresar flechazo, enamoramiento o arrebato hacia una persona. Incluso se puede emplear cuando existe cierta tensión sexual. Se suele deci...