Me fui corriendo hasta el baño y cerré la puerta con seguro, el espejo están en frente del lavamanos, me mire en él y lo que vi no me gusto para nada.
Maldita sea, que horrible estoy... Afff
Tenía el cabello hecho un desastre y el maquillaje todo corrido. Me duche rápidamente porque el agua estaba bastante fría. Salí, lave mis dientes y me enrolle en la toalla. Al salir del baño Matías estaba acostado en la cama, esperándome. Le eche una mirada y él se negó a dejarme sola en la habitación.
— Debo vestirme. Por favor, sal.
— Me cubriré los ojos.
— Daté la vuelta.
Se colocó las manos en la cara con los dedos abierto. Solo Sonreí y me dije " ya, ¿qué tanto?".
Deje caer la toalla y empecé a cercar la humedad en mí, camine hasta la cama y tomé la ropa que estaba al lado para ponérmela rápidamente.
— ¡¿Lista?!
— Sí. Ve a bañarte tú ahora.
Se levantó ágilmente, tomó la toalla y se metió al baño, salió después de cinco minutos, estaba como nuevo.
Salimos de la casa sin que su madre y su padre lo notaran. Supe que era hijo único, que su casa era enorme, que su madre era una mujer muy amorosa y que su padre le había regalado un auto el cual no le permitía llevar a la secundaria. Nos subimos a su auto, el cual creí que era de su amigo porque lo había conducido la noche anterior. Fuimos por un desayuno, ya que le dije que ni loca desayunaría en su casa, pues ¿qué pensaría su madre de una jovencita que pasaba la noche en la casa de un muchacho?
En todo el camino no dije nada, estaba esperando que mi resaca disminuyera, solo quería mi desayuno. Cuándo lo tuve, todo mejoro.
— ¿Qué tan mal me comporte anoche?
Matías conducía hasta la casa de Melissa.
— Para ser tu primera vez, fue genial.
Cuando dijo "primera vez" sentí un remolino dentro de mí, no me podía mover, ¿Qué tanto había pasado anoche? Creí haberlo recordado todo.
— No estabas tan ebria y... Bailas muy bien.
Oh, volví a respirar.
— Y ¿Qué tan desobediente fui a la hora de dormir?
— Pues, solo llegamos y te quedaste dormida.
Sonreí, él se había comportado muy bien conmigo.
Cuando nos detuvimos cerca de la casa de Melissa él me pidió que la llamara para que me esperara afuera. Después coloco su mano en mi muslo y se acercó;
— Quiero que esto se repita — beso mis labios —. La pase muy bien, pero la próxima seremos solo tú y yo.
— ¡¿Sí?!
— Sí. Quiero que sepas algo — hizo una pausa —. Tú me gustas, y mucho.
Eso me hizo parpadear un par de veces.
— Desde la primera vez que te vi, solo que no sabía cómo acercarme a ti. Por suerte tú te acercaste a mí primero...
— Te facilite el trabajo.
— Digamos que... Me diste una señal para dar el siguiente paso.
Dicho esto, unió sus labios con los míos en un largo y dulce beso que duro hasta que Melissa se acercó al auto y metió la cabeza por la ventana.
— ¿Interrumpo?
Los dos la miramos sobresaltados.
— Pues si los interrumpí, no me importa.
Abrió la puerta del lado del copiloto y me tomó del brazo para obligarme a bajar como si fuera mi madre, - Ya puedes irte Matías, gracias por devolvérmela en una sola pieza, ahora vete - la cara de Matías fue un poema, encendió el auto y se fue sin decir más.
Loca.
— ¿Qué te pasa?
Me abrazo.
— Estaba tan preocupada.
Aun llevaba el pijama y una cara de perro trasnochado que no podía ocultar. Entramos por la puerta de la cocina y nos fuimos directo a su habitación, su padre y Diana estaban en el despacho así que no nos preocupamos por ellos. Entramos y Melissa cerró la puerta detrás de ella.
— Y bien, ¿Qué tal estuvo todo?
— Ummm genial — me sonroje.
— Dame detalles.
— Ok, ok, calma, ¿Tu padre no ha venido aquí?
— No, ¿Y tu mamá te ha llamado?
— No — dije encogiéndome de hombros.
— Todo salió perfecto.
— Al parecer sí.
— Entonces, cuéntame.
— ¿Qué podría decir? — me eche en la cama y me cubrí la cara con el antebrazo —. Salimos con unos universitarios, demasiado pesados para mi gusto. Sobre todo una de las chicas que no dejaba de verme, y más cuando Matías me besaba.
— ¿Te besaba? — interrogó sorprendida.
— Sí, él no se alejó de mi ni un momento, bailamos toda la noche, fue genial — conté emocionada —. Luego nos fuimos a su casa.
— ¡¿A su casa?!
— Sí, me puse ebria, él me cambio de ropa y todo eso, cuido muy bien de mí.
— ¿Qué? ¿Te desvistió?
— No pasó nada.
— Eso espero Isabel.
— ¿De qué hablas, qué te pasa?
— Nada, solo no quiero que tengas una primera mala experiencia como yo.
Tranquila, he tomado tus consejos. Melissa enarco ceja;
— Sí, claro. De seguro te pusiste ebria y no valías ni madres.
Me reí, su enojo era gracioso, como una mamá protectora.
— Cállate y ven aquí — le di una palmada a la cama —. Tengo un poco de sueño.
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Tengo su número.
Romantizm(Terminada ) Crush es un sustantivo. La palabra crush también puede ser empleada como un sustantivo que quiere expresar flechazo, enamoramiento o arrebato hacia una persona. Incluso se puede emplear cuando existe cierta tensión sexual. Se suele deci...