Parte 51.

1.2K 63 8
                                    

El Miércoles en la tarde, después de salir, me dirigía a la parada de buces. Mi madre no podría ir a buscarme entonces me sugirió un bus. No había notado qué tan desagradable era no hablar con nadie. Melissa pasaba todo el tiempo con Sam y hacia lo posible por no encontrarme con Matías.

Ese mismo día al llegar a casa mi madre me regresó todas mis cosas; celular, laptop, IPod... Sin ninguna explicación. Solo lo hizo.
Empecé a revisar los mensajes, había cientos de Melissa y miles más de Matías. Llamadas perdidas y correos de compañeros de clases. Pero entre todo eso solo una llamada de un número desconocido llamó mi atención. Creí reconocerlo. Lo pensé unos momentos mientras repetía el número en voz baja y no tarde mucho en devolver la llamada.

<<¡Hola!>> pude escuchar la voz aguda de una mujer, <<gracias por devolver la llamada Isabel>> escuche un tono de burla en esa voz.

— ¿Quien habla?  — pregunté ansiosa.

— ¿No reconoces mi voz?

No... Tenía una llamada pérdida de éste numero.

Soy Milena. — Hubo una pausa —. Seguro no te acuerdas de .

¡Ja! Cómo no iba a acordarme.

No. — Mentí.

Soy la novia de Matíasaseguró.

— ¡Por favor perra! — aquello salió de mi como vómito —. Acostarte con él no te hace su novia. Si sólo te busca cuando quiere se-xo no cuenta.

Solté una ligera carcajada.

— ¿Y a ti qué te hace diferente? También eres una perra, pues te acuestas con él.

Escuchadme, loca. A diferencia de ti, no me auto nombro como la "novia" — hice comillas con los dedos como si me pudiera ver —. Yo no tengo nada que ver con él

Mentí.

Quiero que te alejes de élgritó.

— ¡A ya! Lo entiendo.

— ¿Qué entiendes?

Matías solo te busca cuando no tiene nada que hacerasegure llena se odio —. Y como has visto que le importó quieres alejarme.

Ella río.

— ¿Que le importas? Por favor. Ilusa. no le importas.

Amm si... Pues veras, te probaré lo contrario.

Colgué la llamada y dejé caer el celular aún lado de la cama.

Tengo su número.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora