El marte salimos justas a la secundaria, el papá de Melissa se ofreció gentilmente a llevarnos. El día anterior habita sido un muy buen día en su casa, pero el martes ya era otra historia, triste y gris.
Nada que decir al respecto, excepto que a mi querido crush no lo vi ni un segundo, cada hora de nuestra mañana estuvo abarrotada con las clases, apenas pudimos tomar tiempo de nuestros preciados resecos, pues la mayoría de los profesores se extendían en su materia. Las manos me dolían tanto que el miércoles me abstuve de escribir con la excusa de pedir los apuntes luego.
El jueves luego de salir de clases quede de recibir a dos de mis compañeros de clases en casa para poder terminar un proyecto, calcule la hora en que mi madre llegaría a casa y les pedí que llegaran exactamente a esa hora, pues no quería estar sola con ellos en casa, uno nunca sabe qué tan creativos sean un par de adolescentes hormonales.
Nunca confíen en los chicos, bueno no demasiado, la mayoría de las veces son solo penes andantes.
Antes de que los dos chicos llegaran puse la casa en orden, coloqué una mesa en la sala de estar y abrí las ventanas para dejar entra un poco de aire y luz natural. Puse un poco de música baja mientras empezaba a adelantar un poco de la clase, de psicología, que me parecía una mierda. Pero claro, nada puede ser perfecto, al menos no las cosas que me suceden a mí.
Espere pacientemente hasta las cuatro de la tarde, y no tenía respuesta de mi madre o los chicos.
Mensaje enviado a: Adelaida:)
[04:30 p.m.] Isabel: Mamá >:(
[04:46 p.m.] Adelaida: Dime hija
[04:46 p.m.] Isabel: ¿A qué hora llegaras?
[04:47 p.m.] Adelaida: Hija, lo siento, había olvidado lo que me pediste y me comprometí con mi jefa para quedarme y adelantar trabajo.
[04:47 p.m.] Adelaida: Lo siento cielo, ¿tu hermano no está?
[04:48 p.m.] Isabel: No está, y no te preocupes. Llamare a los chicos para decirle que no venga.
✓ ✓
Aquello me había hecho enojar tanto que puse mi laptop a un lado en el sofá, me levante de él y tire la mesa. Caminé hacia las ventanas y las cerré de golpe.
— ¡Maldita sea el universo! — grite sacando todo mi enojo.
Subí las escaleras hacia mi habitación, tire la puerta y entre, me cambie de ropa y baje de nuevo. Había cambiado mis pantalones de algodón por unos jeans negros y me puse encima sin preocupación un suéter gris. Salí de la casa tan enojada que se me olvido tomar mi celular, solo había salido con mi reproductor y un poco de dinero, eso porque ya estaban en el suéter.
Mi cabello era un asco, tal cual estaba mi cabeza en ese momento, no sabía ni por qué estaba tan molesta, solo lo estaba. Caminé con las manos en los bolsillos y los auriculares tan hundidos en mis oídos que no podía escuchar ni mis pensamientos, me detuve en la parada de buces que iban hasta el centro y me subí al primero que llego.
En cuanto el bus paso por el centro me baje en la calle más cercana a la tiendas de discos, camine allí como si mis pies tuvieran mente propia y como la primera vez entre muy decidida. Empuje la puerta y mi corazón salto al escuchar las campanillas de la entrada. El chico estaba en el mostrador, escribiendo en un pequeño cuaderno mientras tenia una pila de discos a su lado. Levanto la cabeza y fijo la mirada en el intruso, o sea yo. Sonreí con suavidad para no parecer una loca y me acerque.
— Hola — dije si ninguno rastro de timidez.
— Hola.
Me devolvió la sonrisa.
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Tengo su número.
Romansa(Terminada ) Crush es un sustantivo. La palabra crush también puede ser empleada como un sustantivo que quiere expresar flechazo, enamoramiento o arrebato hacia una persona. Incluso se puede emplear cuando existe cierta tensión sexual. Se suele deci...